"Se va a cagar muriendo el Gordo", fue una de las frases más crueles que dijo el médico Leopoldo Luque sobre Diego Maradona minutos después de la muerte del ídolo, cuando ese 25 de noviembre estaba yendo a la casa del Tigre ante la noticia de que lo estaban reanimando.
Luque quedó imputado en la causa de la muerte del futbolista por "homicidio culposo", en la que además, se confirmó que falsificó la firma de su paciente. En este contexto, Diego Junior expresó si enojo y dolor.
“Es una cosa grave, porque mi padre tenía confianza en esa persona. Los audios son vergonzosos y repugnantes. Es absurdo porque mi padre, aunque no parecía públicamente, se preocupaba por su salud. Y a este señor le pagaba mucha plata, porque no estaba junto a él por amor. Para mí es muy difícil. Pero por lo que han hecho, un día lo llorarán ante Dios”, manifestó en el canal italiano Tgcom24.
Entre otras cosas, los fiscales de la Fiscalía General de San Isidro quieren averiguar cómo se había decidido la salida de Maradona de la Clínica de Olivos, en la que estuvo internado entre el 2 y el 11 de noviembre, y por qué no tenía una internación domiciliaria con más cuidados. Es decir, las preguntas van hacia si podría haberse evitado la
Los audios de Cosachov
La psiquiatra Agustina Cosachov también se dirigió de forma despectiva a la familia de Maradona y su paciente. En audios difundidos este jueves, tildó de "negra villera" a Verónica Ojeda por preocuparse por la salud de Diego y le pidió al psicólogo Carlos Díaz que mantengan una estrategia conjunta para brindar información a la familia.
"Me parece que es prudente y precavido que, como estrategia, nos pongamos de acuerdo con las cosas que vamos a decir, porque si no quedamos como que uno dice una cosa y otro dice otra. Vayamos por la misma línea. No digamos diagnóstico a la familia, excepto que pregunten. Poca información a Verónica Ojeda que es una quilombera", apuntó.