
En un ataque masivo y prolongado que se extendió por más de 12 horas, Rusia lanzó un bombardeo aéreo sobre la capital ucraniana, Kiev, con 500 drones y 40 misiles, dejando al menos cuatro muertos y decenas de heridos. El ataque, uno de los más largos desde el inicio de la guerra, fue calificado por Ucrania como un "ataque terrorista deliberado".
De acuerdo con el jefe de la administración militar de Kiev, Timur Tkachenko, entre las víctimas fatales se encontraba una niña de 12 años. Además, el ataque dejó una gran cantidad de heridos, aunque los detalles completos aún se están recopilando.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, expresó su indignación por el ataque y calificó el bombardeo como “un ataque terrorista deliberado y selectivo contra ciudades comunes”. En un comunicado, destacó que este tipo de acciones demuestran la brutalidad de la guerra contra civiles. Zelenski también subrayó que Ucrania tiene el respaldo de Estados Unidos, Europa, el G7 y el G20, y aseguró que responderán de manera contundente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiga, reaccionó a la agresión en las redes sociales, asegurando que Vladimir Putin debe pagar las consecuencias de estos ataques. Sybiga afirmó que cada nuevo ataque de Rusia obliga a Ucrania a usar todos los recursos disponibles y a intensificar las sanciones contra los actores económicos rusos. Además, pidió a la comunidad internacional que redoble los esfuerzos para disuadir a Putin de continuar con la guerra.
El ataque ruso coincidió con la entrega de un sistema de defensa antiaérea Patriot a Ucrania, donado por Israel y fabricado en Estados Unidos. Zelenski confirmó que el sistema ya está operativo en Ucrania y anunció que el país recibirá dos unidades adicionales en otoño. Esta respuesta es parte de los esfuerzos de Ucrania para fortalecer su capacidad de defensa aérea frente a la agresión rusa.
En un acto de prevención, Polonia activó sus aviones de combate y sistemas de defensa terrestre en su espacio aéreo, como medida de seguridad ante la cercanía del conflicto. La OTAN ha expresado su preocupación por los incidentes de violación de espacio aéreo por parte de Rusia, que involucran drones y aviones de combate.
A pesar de las continuas acusaciones de violaciones del espacio aéreo de los países de la OTAN por parte de Rusia, Moscú ha negado las acusaciones y ha asegurado que no tiene intención de atacar a ningún miembro de la alianza. Sin embargo, la tensión en Europa sigue en aumento, y varios gobiernos occidentales han pedido medidas más firmes para hacer frente a la agresión rusa.
Este ataque en Kiev marca un nuevo episodio de la guerra que, con cada día que pasa, afecta cada vez más a la población civil y aumenta las tensiones entre Rusia, Ucrania y la comunidad internacional.