Un dramático episodio con final feliz se vivió en la noche del viernes en El Calafate, cuando una madre desesperada llegó con su bebé en brazos a la Comisaría Primera. El recién nacido, de apenas 15 días, había dejado de respirar y se encontraba en estado crítico. La jefa de Guardia, Sargento Primero Nadia Cáceres, le practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar durante varios minutos y logró salvarle la vida.

El hecho ocurrió alrededor de las 21:37 horas. Belén, la mamá de Luca Benjamín, contó que todo comenzó cuando el pequeño se encontraba alimentándose y, de pronto, comenzó a ponerse morado y dejó de reaccionar. Sin respuestas inmediatas, intentó acudir a una vecina médica, pero al no encontrarla, decidió salir junto a su madre rumbo al hospital, atravesando la nevada que caía sobre la ciudad.

En el trayecto, decidieron detenerse en la comisaría. Allí, la sargento Cáceres recibió al bebé y, con gran templanza, inició maniobras de RCP. “Ya estaba azul… yo del susto me fui afuera, no quería ver la situación”, relató Belén horas después, aún conmovida.

Gracias a la intervención inmediata, Luca fue estabilizado y trasladado por una ambulancia al Hospital SAMIC, donde permanece internado en el área de neonatología en estado estable y en observación hasta el lunes. Los profesionales informaron que el bebé no se había ahogado con leche, como se pensaba inicialmente, sino que atravesó un episodio de “muerte súbita”, motivo por el cual se le están realizando estudios preventivos.

La historia conmovió a la comunidad y generó múltiples mensajes de apoyo en redes sociales. Belén publicó un emotivo agradecimiento en su cuenta de Facebook:
"Tuve una noche de esas que no se las deseo a nadie, ahora que estoy un poco más tranquila quiero agradecerte de por vida por haberle salvado la vida a mi hijo, Nadia Cáceres. ¡¡Llegué a la comisaría con mi hijo casi muerto y ahí estaba ella, como si fuese un ángel!! Me devolviste la vida. ¡Infinitas gracias, mujer!".

La respuesta de la sargento no tardó en llegar, con humildad y emoción:
"Nada que agradecer, es mi labor y gracias a mis conocimientos pude hoy salvar a Benja. Sé que todo pasa por algo y Dios por algo lo puso en mi camino. Soy y seré el ángel de la guarda de este chiquitín por siempre".

Un gesto de vocación, humanidad y profesionalismo que quedará grabado en la memoria de una familia y de toda una comunidad.