
“Desde hoy, las retenciones a la carne aviar y vacunas se reducirán del 6,75% a 5%; las retenciones al maíz de 12% a 9,5%; las retenciones al sorgo de 12% a 9,5%; las retenciones de girasol de 7,5% a 5,5% y 4%, y también las retenciones a la soja, del 33% al 26% y a las sucraductas de soja de 31 a 24,5%”, remarcó, tal como se esperaba.
Milei explicó que la decisión “redunda en una reducción de retenciones de las alícuotas para las cadenas de granos del 20% y una reducción de retenciones en la cadena de ganado y carnes del 26% que será permanente y lo cual busca dar impulso al campo, el sector con mayor productividad en la economía y fuertemente cantados puestos en los últimos 20 años”.
“Eliminar las retenciones es una obsesión para nuestra gestión, y hemos dado muchos avances en esa dirección. Ya eliminamos las retenciones a las economías regionales, al sector lácteo, a la carne porcina y algunos segmentos de carne vacuna. Además, hemos reducido las mismas para el trigo y la cebada. Pero es muy importante tener presente que todo esto es posible únicamente gracias al superávit fiscal que hemos conseguido, al cual cuidamos como agua en el desierto ante los embates sistemáticos de la casta política”, agregó el mandatario.
Milei explicó que el Gobierno “seguirá potenciando el superávit en el tiempo por el crecimiento natural de la economía” y detalló que “entendemos que la baja de retenciones, aparte de beneficiar al campo, potenciará a toda la economía del interior del país, que de forma más directa o indirecta, le provee servicios a los productores agrarios. Desde veterinarios y laboratorios, o ingenieros y desarrolladores de semillas, a playeros, estaciones de servicio, desde gomeros a almaceneros. Sea un piloto de dron o un constructor de silo, todos se benefician de que la rentabilidad del sector privado se queda en el sector privado”.
Milei le dedicó, sin nombrarla, algunos párrafos a la vicepresidenta Victoria Villarruel, ausente en la jornada: “Las frases lindas y rimbombantes y pomposas que se escuchan venir de la casa del Congreso, no es otra cosa que un tribuneo sensiblero financiado con el bolsillo ajeno, porque ninguno de los que brega en favor de este torpedo fiscal siquiera atinó a renunciar o a expresarse en contra de las jubilaciones de privilegio”.
“Es increíble que los mismos viajes que furiosamente son criticados por quienes gastan viaje tras viaje pagados por los viáticos del Congreso para fines personales, o políticos o rosca” y los llamó “parásitos fiscales”.
Además, aunque no explicó de qué se trata, el Presidente adelantó que “en pocos días tendremos tremendas noticias en el plano internacional gracias a la enorme tarea que lleva a cabo nuestro canciller el ministro Gerardo Werthein”.
El mandatario llegó acompañado por su hermana, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Los tres giraron a bordo de una camioneta 4x4 por la pista central y recibió aplausos de las cuatro tribunas. En el palco los esperaban, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, y algunos ministros, como Guillermo Francos, Patricia Bullrich y Luis Petri, entre otros. Sin embargo, destacó la ausencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel. El acto comenzó poco antes de las 11 con el desfile del cuerpo de Granaderos.
Después del discurso de Pino, cerca de las 11.35, fue el turno del discurso del Presidente de la Nación. Fue recibido con aplausos y apenas subió al atril, se escuchó desde el público el grito de alguien que le gritó “¡gracias por bajar la inflación, Presidente!“. Milei le agradeció pero aclaró: ”Todavía falta, vas a ver cuando a mitad del año que viene la llevemos a cero". Otra vez, alguien desde la tribuna, agregó: “¡Grande, Peluca!“.
“Es un orgullo para mí estar parado ante esta pista en la que desde hace casi un siglo y medio desfilan los mejores exponentes de nuestra actividad ganadera”, arrancó el Presidente y dijo que la institución “se volvió un referente global” porque “nuestra genética es demandada como un bien preciado en todos los países ganaderos del mundo”.
Además, aclaró que “no solo nuestra genética es valorada en todo el mundo, sino también nuestra carne” y detalló: “Nuestras exportaciones vacunas están aumentando sostenidamente y en 2024 logramos volver a superar las 900.000 toneladas exportadas por primera vez en más de 100 años”, lo que calificó de “hazaña”.