
A poco de que Mauro Icardi parta nuevamente hacia Turquía, su ex pareja Wanda Nara ingresó al exclusivo barrio Nordelta para llevar a sus hijas a un asado de despedida. Según reveló el periodista Gustavo Méndez, la empresaria estuvo en “la casa de sus sueños”, hoy habitada por el futbolista y la China Suárez.
La visita no pasó desapercibida y generó revuelo en redes. El motivo de la sorpresiva aparición fue un pedido de las propias niñas, quienes quisieron despedirse de su papá antes del viaje.

“Wanda llamó a (la licenciada) Matera. Matera llamó a las abogadas de Mauro y al defensor de menores, y arreglaron que las chicas vayan a la despedida”, explicó Yanina Latorre desde sus historias de Instagram.
El operativo fue discreto pero quedó registrado: las niñas llegaron al lugar escoltadas por un empleado de Icardi, quien las condujo hacia la mansión. Poco después, Wanda se retiró del lugar.
Según Latorre, hay dos versiones sobre cómo se organizó la visita:
Mauro se negó a buscarlas, y Wanda tuvo que llevarlas.
Mauro dice que nunca se negó, y que fue Wanda quien se ofreció a llevarlas porque iba a supervisar el avance de obra en su propia casa, también ubicada en Nordelta.
“Fue algo que se resolvió en menos de 24 horas”, señaló la panelista, que viene siguiendo de cerca el conflicto entre la ex pareja.
El episodio se suma a una serie de encuentros y tensiones entre Wanda e Icardi, en medio de una relación atravesada por idas y vueltas, acuerdos judiciales y rumores constantes. Por lo pronto, las hijas del ex matrimonio compartieron un último momento con su papá, antes de que este regrese a su vida en Estambul.