Una mujer vecina de la cárcel de Coronda, en Santa Fe, se acercó a los efectivos que estaban haciendo patrullaje cerca de la cárcel y les contó que en el techo de su local comercial había visto una paloma con un envoltorio atado.

Ante esta situación y con los antecedentes existentes en la materia, los uniformados ingresaron a la propiedad y vieron al ave que iba más a los saltos que volando.
Al revisarla, detectaron que tenía una bolsa, en la cual estaba escondido un teléfono celular.

El Grupo de Operaciones Tácticas tomó a la paloma, le quitó el aparato de entre sus patas, y lo secuestró, derivando las actuaciones a la sede de la Comisaría Primera.
Un hecho similar ya se había registrado el 22 de julio pasado, cuando hallaron una paloma que transportab droga fraccionada en dos envoltorios.

Días antes, el 8 de julio, encontraron otro ejemplar similar con un teléfono sin batería, un chip y un cargador.