Efectivos de la Policía de Salta inspeccionaron en la mañana del lunes un colectivo proveniente de General Pizarro, una localidad del sureste provincial, y descubrieron 40 paquetes de cocaína escondidos en el sector superior del vehículo, específicamente dentro de los compartimentos donde se ubican los extractores de aire.
Fuentes fidedignas confirmaron a El Tribuno que el cargamento incautado asciende a 47 kilos de cocaína.
El operativo se desplegó de manera sorpresiva apenas la unidad de la empresa La Veloz del Norte estacionó en la dársena 10 de la Terminal de Ómnibus de la capital. Agentes policiales ingresaron rápidamente al predio, rodearon el colectivo y ordenaron el descenso inmediato de los pasajeros. Acto seguido, se dirigieron a la parte superior del vehículo de dos pisos y, tras revisar los extractores, extrajeron al menos 40 paquetes tipo "ladrillo" de color ocre.
Los paquetes estaban ocultos únicamente en el piso superior del ómnibus, y desde ese momento comenzó a imponerse un fuerte hermetismo en torno al procedimiento. El hallazgo coincidió, además, con el lanzamiento de una nueva fase del Plan General Güemes, impulsado en el norte provincial como parte de la estrategia federal de lucha contra el narcotráfico. La coincidencia temporal entre ambos hechos no pasó desapercibida.
La noticia del decomiso se viralizó rápidamente, aunque en las primeras horas no hubo confirmación oficial sobre la cantidad, la calidad ni el tipo exacto de sustancia encontrada. "La Policía ya tenía el dato. Actuaron rápido y con mucha seguridad. Revisaron directamente la parte de arriba del coche", relató un testigo que presenció la intervención.
Desde la fuerza provincial evitaron dar precisiones. "Por ahora no podemos brindar información. La investigación está en curso", se limitó a decir un oficial. Lo único que trascendió es que el caso quedó en manos de la Justicia federal y que, por el momento, no hay personas detenidas.
Tampoco se informó si los paquetes eran transportados por algún pasajero o si fueron colocados en la unidad antes de su partida desde General Pizarro. Según se supo, fueron los propios choferes quienes alertaron sobre ciertas anomalías en la parte superior del coche, donde notaron sectores removidos. Ese detalle encendió las alarmas y dio origen a la denuncia que derivó en el exitoso operativo.
