
Cuatro médicos del Sanatorio Ipensa de La Plata declararon este jueves en el juicio que investiga la muerte de Diego Armando Maradona y complicaron al neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los siete imputados por homicidio simple con dolo eventual.
Los profesionales de la salud que evaluaron al ídolo argentino a principios de noviembre de 2020 afirmaron ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, que no era necesario operarlo de un hematoma subdural en la cabeza, el cual se detectó después de que se le practicó una tomografía computada.
Sin embargo, Luque entendió que sí era necesaria la intervención quirúrgica y decidió trasladarlo a otro centro de salud. Diego fue operado del hematoma subdural el 3 de noviembre de 2020 en la Clínica Olivos de Vicente López.
El neurocirujano Guillermo Burry, jefe de neurología del Sanatorio Ipensa, expresó ante los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach: "No veía una urgencia para la evacuación del hematoma".
Entonces, el abogado que representa a las hermanas del "10", Pablo Jurado, le consultó al médico sobre las consecuencias que tenía operar a un paciente como Diego cuando no había necesidad de una intervención, a lo que Burry respondió: "Por los comentarios de mis colegas, era un paciente con otras comorbilidades. Yo sugería que se compensen esos otros problemas de salud. Un mal manejo del postoperatorio complica la evolución del paciente".
Y explicó que Luque sostuvo que se trataba de un hematoma grande, pero que él sostenía que "no era el momento oportuno" para ingresarlo al quirófano.
El primero en declarar en la audiencia había sido el médico traumatólogo Flavio Tunessi, quien trabajaba en el Sanatorio Ipensa y quien trabaja también con el plantel profesional de Gimnasia y Esgrima La Plata, donde conoció a Maradona en 2019.
La declaración de Verónica Ojeda en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona
En el juicio que investiga las circunstancias que rodearon la muerte de Diego Maradona, Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando, el hijo menor del exfutbolista, declaró este martes ante el Tribunal de San Isidro y expresó que "a Diego lo tenían secuestrado, sentía temor a todo".
Al comenzar con su declaración, la expareja del diez recordó el último día que lo vio, una semana antes de su muerte. "Tenía feo olor, había olor a baño", rememoró. Además, afirmó que lo observó hinchado y "desfigurado".
"Lo quería llevar a otro lugar porque Diego no estaba bien. Alguien tenían que hacer algo. Yo me lo quería llevar, no quería que esté en ese lugar con esas condiciones, con ese olor a pis y otras cosas. Es horrible vivir así", aseguró Ojeda entre lágrimas.
"El último día que lo vi estaba solo con un custodio. No estaba Luque, no estaba Cosachov y no estaba Díaz", agregó sobre aquella jornada. Se trata de tres de los siete acusados que son juzgados por el delito de homicidio simple con dolo eventual.
El abogado Fernando Burlando le preguntó entonces si Diego tenía ese mismo olor, a lo que respondió: "Sí, por eso le pedí que se bañara, que se afeitara. No estaba en condiciones para que lo viera Diego Fernando. Él me dijo: ‘Quedate tranquila, te prometo que me voy a bañar y afeitar para mi hijo. Ese fue el último día que lo vi con vida".
En cuanto a la relación del astro con su hijo, Diego Fernando, explicó: "Quería que mi hijo tuviera un acercamiento con Diego, pero el entorno no me dejaba". A su vez, recordó una situación que vivió en 2019 cuando Maradona vivía en Bella Vista.
"Soy la masajista de Diego, sos la única que puede salvar a Diego", le dijo una mujer a quien no conocía por teléfono, y que le pasó el número telefónico que usaba el 10.
Al llamarlo, Maradona le preguntó a su expareja: "¿Por qué no me dejás ver a mi hijo?", a lo que Ojeda le explicó que no era su decisión, sino que el "entorno" no la dejaba, y quedaron en verse al día siguiente. Sin embargo, no la dejaron ingresar al barrio.
Ahí fue cuando se comunicó con Vanesa Morla y Maximiliano Pomargo, hermana y cuñado del abogado Matías respectivamente, y les comunicó: "Si no dejan entrar, llamo a la policía y hago una denuncia que lo tienen secuestrado".
Finalmente, no la dejaron ingresar, pero llevaron a Diego a un centro comercial para que Ojeda se reúna con él.
Sobre el encuentro, la expareja describió: "Estaba muy demacrado, pálido, los ojos amarillos, sus manos resecas y la piel reseca", y recordó que le dijo: "¿Qué te hicieron? ¿Qué te está pasando?". La escena fue delante de un custodio del ídolo argentino, quien aseguró que tenía órdenes de no dejarlo solo.
"Sólo quería hablar con el padre de mi hijo. Estuve nueve años con Diego, conozco hasta las muecas. Sabía que algo le pasaba", expresó.
Luego, volvió a apuntar contra el entorno de Maradona al señalar que "quería verlo mal", para después ir más allá y sostener que "les convenía verlo mal".
En ese sentido, Ojeda aseveró que a Diego "le robaron todo" y que "tenía miedo de quedarse solo". Además, aseveró que Luque llegó a emborracharse con su paciente.
Por otro lado, también cargó contra a la psiquiatra Agustina Cosachov, al asegurar que el ídolo argentino "no quería hablar con ella" y profundizó: "Me sentí usada".
A su vez, relató algunas cuestiones sobre una reunión en la Clínica de Olivos -donde estaba internado el 10-, en la que, según Ojeda, Cosachov y Leopoldo Luque solicitaron la internación domiciliaria.
Luego, a pedido de Burlando, Ojeda rememoró el cumpleaños 60 de Diego, cuando estuvo presente en la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata porque el equipo tripero jugaba de local por el torneo local. Allí, se vio a un Diego deteriorado, con dificultad para caminar y para hablar.
La exmujer de Maradona aseguró que la voluntad de llevarlo a la cancha a toda costa fue de Matías Morla, ya que para ese día se había firmado un contrato con YPF.