Un adolescente de 17 años murió en Laferrere, partido de La Matanza, tras recibir un disparo durante un intento de robo a un conductor de aplicación, que resultó ser un policía de la Motorizada de Lomas de Zamora que estaba de licencia.
El hecho ocurrió cerca de las 3:20 de la mañana de este domingo en la intersección de Sudamérica y Martín Coronado. Según la reconstrucción inicial, el conductor, de 25 años, llegó al lugar a bordo de un Chevrolet Cruze blanco tras aceptar un viaje por aplicación.
De acuerdo a la investigación, dos jóvenes salieron de una casa y subieron al auto simulando ser pasajeros. Una vez adentro, uno de ellos sacó un arma y amenazó al conductor, apuntándole a la cabeza y advirtiendo que lo iba a matar.
Frente al peligro inminente, el policía -que estaba de civil y de licencia- sacó su arma reglamentaria y disparó desde el interior del vehículo para repeler la agresión. El adolescente armado resultó herido y, junto a su cómplice, bajó del auto.
El efectivo también descendió y, al ver que el atacante seguía apuntándolo y que se acercaba un grupo de personas, realizó dos disparos disuasivos. Los agresores escaparon corriendo.
Minutos después, vecinos llamaron al 911 al encontrar a un joven herido en la calle, según indicó Oeste Noticias. Se trataba del ladrón Isaías Portilla, que fue llevado de urgencia en un Renault Fluence gris al Hospital Néstor Kirchner, pero llegó sin vida.
Los médicos confirmaron que tenía una herida de bala en el abdomen y certificaron su muerte poco después. Por su parte, el otro delincuente ya logró ser identificado.
Fuentes policiales confirmaron que Portilla había sido detenido dos veces en 2025: una vez por encubrimiento agravado y en otra oportunidad por robo calificado.
El policía involucrado se presentó espontáneamente en la comisaría, entregó su pistola Taurus G3 calibre 9 milímetros, municiones, una vaina servida y ropa con posibles rastros balísticos. Todo quedó secuestrado para peritajes.
La investigación quedó a cargo de la UFI de Homicidios de La Matanza, bajo la órbita del fiscal Claudio Fornaro. Se ordenó preservar la escena, realizar la autopsia, pericias balísticas y dermotest.
La Policía Federal Argentina (PFA) tomó intervención para las tareas periciales y el análisis de los elementos secuestrados. Por el momento, el fiscal no tomó ninguna medida legal contra el policía.