
Cientos de argentinos pagaron por pasajes aéreos hacia Europa que nunca recibieron, lo que derivó en una investigación judicial sobre una estafa masiva.
La situación se presentó como una oportunidad atractiva para volar a precios reducidos, pero resultó ser un fraude. Las víctimas denunciaron haber sido engañadas por una maniobra fraudulenta que ofrecía boletos aéreos con descuentos significativos.
La causa se centró en una mujer identificada como Karyna, quien prometió acceso a tarifas preferenciales gracias a supuestos vínculos con aerolíneas internacionales. Durante varios meses, Karyna lideró una red informal que ofrecía pasajes internacionales, principalmente hacia Europa, con descuentos de hasta el 60%. La operación se basaba en un sistema conocido como "sublo" (del inglés, subject to load), donde los boletos se emitían únicamente si había disponibilidad.
A pesar de las condiciones poco convencionales, como pagos en efectivo y la falta de tickets inmediatos o confirmaciones oficiales, muchas personas lograron viajar inicialmente. Esto contribuyó a generar confianza en el sistema. La mayoría de los pasajes ofrecidos correspondían a la aerolínea Iberia.
Sin embargo, la primera señal de alarma surgió hace un mes cuando Karyna dejó de responder mensajes y comenzó a ofrecer alternativas menos viables, como vuelos que partían desde Brasil.
Esta situación obligó a algunos compradores a asumir costos adicionales para trasladarse a San Pablo. Mientras algunos accedieron a estas nuevas condiciones, otros no recibieron respuesta alguna.
Las sospechas de fraude se confirmaron cuando varios damnificados intentaron localizar a Karyna en su domicilio. En su lugar, fueron recibidos por una niñera que negó conocer detalles sobre la operatoria, aunque admitió haberse visto perjudicada por la misma mujer. La situación generó un creciente malestar entre los afectados, quienes reclamaron respuestas sobre sus inversiones perdidas.