La Guardia Civil de España detuvo al conductor de un camión acusado de circular durante casi tres kilómetros a más de 100 kilómetros por hora con un hombre colgado de uno de los espejos retrovisores, quien murió tras una frenada brusca que propició su caída.
Testigos llamaron a las autoridades al ver que en la calzada de una salida de la A-31 a la altura de Petrer (Alicante) se encontraba tendido un hombre con lesiones muy graves, al parecer tras ser atropellado.
Los efectivos hallaron a la víctima a la altura del kilómetro 204 de la autovía, junto a las huellas de una frenada producida por unos neumáticos.
Los especialistas comprobaron que la frenada era reciente, probablemente de escasos minutos previos a la llamada de alerta y averiguaron que, tras el golpe, el vehículo se había dado a la fuga a gran velocidad abandonando a la víctima a su suerte, sin auxiliar, de noche y en una zona de escasa iluminación, a la víctima.
El herido, que fue trasladado al Hospital General Universitario de Alicante, falleció al día siguiente de lo ocurrido.
Durante la instrucción de las diligencias, los investigadores supieron que se trataba de un vehículo de grandes dimensiones y pusieron la pista sobre una empresa de transportes.
Los agentes comprobaron durante la investigación que a la altura del kilómetro 201 de la A-31, mientras el camionero -de 56 años- se encontraba parado haciendo un descanso, un hombre había intentado introducirse en la cabina del camión por la fuerza, momento en el que el transportista inició un forcejeo con él.
Tras evitar que se subiera al camión, inició la marcha con sentido a Alicante, pero el otro hombre, ya con el vehículo en marcha, se enganchó desde el exterior colgándose del espejo retrovisor y apoyándose en los peldaños de subida a la cabina continuó en su intento de introducirse en el habitáculo.
Vista la situación, el camionero optó por salirse por la vía de servicio a la altura de Las Salinetas, donde frenó de forma brusca, logrando que se desenganchase el hombre, que cayó violentamente sobre la calzada y se produjo lesiones de carácter muy grave y que fueron la causa de la muerte, según la prueba pericial.
A raíz de ello fue detenido el camionero al que se le imputa un delito de homicidio por imprudencia y otro de omisión del deber de socorro a la víctima, un hombre de 40 años.
Por el momento, se desconoce el motivo por el que el atropellado asaltó al conductor, si bien no existía relación previa entre ellos, según la Guardia Civil.