
En su regreso con Por el Mundo, Marley y Susana Giménez recorrieron Estambul y, entre callejuelas y almuerzos, la diva se soltó con confesiones inesperadas. La gran revelación llegó cuando respondió sin filtro a una pregunta de sus seguidores: “¿Qué fue lo más loco que hiciste por celos?”
“Yo soy celosa, cuando estoy enamorada… Pero no hice ninguna locura”, respondió Susana, con esa mezcla de humor y picardía tan suya. Sin embargo, fue más allá y, sin rodeos, confesó: “Sí, perdoné. Algunos cuernos habré perdonado. Y yo también los he metido. De los cuernos no se salva nadie”.
La conversación cambió de tono cuando reflexionó sobre los límites de la curiosidad en pareja: “No hay que preguntar, porque preguntás y es peor. Nunca revisé nada, porque el que busca encuentra”, afirmó. “Y quizás encontrás una cosa que te parece y te hacés un drama espantoso, y es una tontería”.
También recordó el vínculo de su madre con sus exparejas:
“A Monzón lo adoraba, era muy cariñoso con ella”, dijo, y sumó: “Ricardo (Darín) era lo más gracioso y simpático del mundo”.
Sobre Huberto Roviralta, su exmarido, reveló una advertencia materna que ignoró: “Con el último matrimonio me decía ‘no te cases, por favor, no te cases… creo que es un hombre muy egoísta’”.
Susana también compartió recuerdos de su hija, Mercedes, durante los años de boxeo con Monzón: “Cuando Carlos peleaba, mi hija se metía en la ducha para no escuchar. Me decía desde ahí, ‘vos avisame si pasa algo’. Sufríamos mucho”, contó.
El broche fue puro Susana: “Hasta le puse una profesora para que no se coma las eses cuando hablaba, pero ya era grande para aprender”, lanzó entre risas.