
Desde que llegó Gran Hermano a la televisión argentina, todos los demás programas quedaron en un segundo plano y el rating, claramente se inclinó a favor del reality que, por primera vez en mucho tiempo, logró que un ciclo de la TV abierta superara y sostuviera los 18 puntos
Como Gerente de programación de la competencia, Adrián Suar viene sufriendo en carne propia el éxito arrollador del formato e intenta poner todas sus estrategias en marcha para reducir la brecha de rating. Sin embargo, lejos de culpar a los demás, asume como propia la responsabilidad de la mala racha. "Creo que como toda medidora, Ibope es perfectible pero las veces que me ha ido mal o que la gente no me eligió, ha sido por error propio", dijo en Socios del espectáculo.
"Insisto y lo digo siempre: Es un negocio en el que nadie mata a nadie. Uno aprende de su historia, actores o conductores de los que se ha ducho que estaban muertos y a los 6 o 7 meses, explotan. Hay que ser cuidadoso, respetuoso y hoy estoy enfocado en mejorar".
Por último, remató: "Me hago cargo de lo que hago mal y trato de mejorar. Hoy estoy en el trabajo de pensar qué Canal 13 quiero tener, cómo repuntar y sin desesperarse".