La gran novedad de la práctica matutina de River no pasó por la recuperación de algunos futbolistas que arrastran molestias físicas, como Milton Casco y Matías Suárez, ni con el posible equipo para enfrentar a Lanús, sino por la tan ansiada vuelta de Lucas Beltrán.

El delantero, que en los últimos días se plantó en Colón de Santa Fe y viajó a Buenos Aires, dijo presente esta mañana en el predio de Ezeiza, charló con Marcelo Gallardo y, luego de que los utileros le dieran la indumentaria de entrenamiento, comenzó a moverse a la par de sus nuevos –y a la vez viejos- compañeros.
Si bien el delantero estaba a préstamo hasta diciembre en el Sabalero, en su contrato estaba fijada una cláusula de repesca a mitad de año. En las últimas semanas, el Millonario quiso ejecutarla, pero los dirigentes rojinegros no pensaban liberarlo antes del 30 de junio porque consideraron que se manejaron mal en la negociación y presionaron al jugador para que se vaya antes de tiempo.
En medio de ese tire y afloje -y varias declaraciones cruzadas entre Jorge Brito y José Vignatti-, el atacante de 21 años decidió armar las valijas y regresar al club de Núñez, ya que su deseo es cruzarse nuevamente la banda roja. Y no solo eso, sino que hasta envió una carta de renuncia a su contrato.
Es por eso que, ya asentado otra vez en Buenos Aires, el pibe se presentó este jueves por la mañana en el River Camp y se puso a disposición del Muñeco, que quiere ponerlo a tono física y futbolísticamente (no juega desde el 4 de junio contra Atlético Tucumán) con vistas a los octavos de final de la Copa Libertadores.