La Armada Argentina está a un paso de contar con helicópteros AW109 fabricados por el grupo italiano Leonardo destinados a vigilancia y control del Atlántico sur.
Es un bimotor mediano que puede ser configurado para cumplir con diversas funciones desde la vigilancia, inteligencia electrónica hasta ayuda médica en emergencias. El lunes pasado el jefe de la marina, vicealmirante Carlos Allievi, firmó el contrato comercial para la compra de cuatro helicópteros AW109.
Ahora el trámite continúa en manos del ministro de Economía Luis Caputo, tiene que aprobar y firmar el contrato financiero de toma de crédito por una suma del orden de los 67 millones de dólares que involucra los cuatro aparatos, la documentación de estilo, repuestos y un simulador en offset.
La oferta de Leonardo estipula una financiación otorgada por SACE, la agencia italiana de crédito a la exportación del cien por ciento de la compra a pagar en 10 años con 2 de gracia. Oferta que luce más que atractiva, quizá resultado de la mejora en la percepción de la macro del país con un riesgo a la baja que está en 790 puntos según la calificadora JP Morgan, indicador clave para poder solicitar préstamos internacionales.
Si Caputo da luz verde a la financiación de la entidad italiana SACE, los pagos comenzarán a los dos años de estampada la firma del contrato. Sólo procede un anticipo, habitual en este tipo de operación, que ronda los 5 millones de dólares contemplados también en la financiación.
Entregas
Con la resolución del contrato financiero se pondrá en marcha el cronograma de entregas que prevé dos máquinas en 2025 y las restantes en 2026. La agenda puede variar drásticamente si se demora el trámite, es un producto con demanda internacional sostenida por su adaptación tanto al mercado militar como el uso civil.
La representación diplomática de Italia a cargo del embajador Fabrizio Lucentini se mantiene expectante casi ajena a la negociación del segundo conglomerado industrial importante en el sector aeroespacial italiano.
La adquisición formal arrancó luego de que el gobierno autorizara en julio pasado por Decreto 594/2024 de modificación presupuestaria para el ejercicio 2024, “Operaciones de Crédito Público” para financiar la “Adquisición de Helicópteros Navales livianos para operar orgánicamente en las unidades de superficie de la Armada Argentina”. En ese anexo se autorizó un monto que asciende a 98 millones de dólares.
La cifra a tomar en crédito encuadraba en la intención original de adquirir ocho helicópteros para la Armada Argentina y el Comando Conjunto Marítimo. Ahora quedó reducida a cuatro aparatos que serán dotación embarcada en los patrulleros oceánicos (OPV) de la clase ARA Bouchard.
Estos navíos, adquiridos a Francia, por diseño requieren de un helicóptero embarcado para incrementar su capacidad de vigilancia y proyección de personal en caso de operaciones de registro y captura de pesqueros ilegales o despliegue de fuerzas especiales. Las nuevas aeronaves AW109 vienen configuradas para tareas de Búsqueda y Rescate (SAR) y transporte ligero, dotadas de radar de navegación y búsqueda.
La descripción del fabricante detalla que posee un piloto automático de cuatro ejes, hace posibles operaciones de rescate nocturno y facilita todas las operaciones de vuelo estacionario, en un rescate o el despliegue de personal en embarcaciones objetivo de registro. Está equipado con un guinche o grúa lateral de izado hasta 272 kilos.
Ofertas: Airbus o Leonardo
La Armada evaluó dos propuestas, una de Airbus por aparatos AS365N3 Dauphin y otra del grupo italiano Leonardo por el AW109. Airbus ofrecía helicópteros de segunda mano inspeccionados a nuevo pero el modelo ya no se fabrica más. Esta alternativa implica costos de mantenimiento superiores y también impacta en el valor de los repuestos.
La Aviación Naval tras un análisis y estudio elevado a Defensa sobre los aparatos posibles consideró al Leonardo AW109 como el único modelo que cumplía los requerimientos operativos. Una determinante en la selección fue la dimensión del hangar del OPV y el AW109 entra holgado en el alojamiento del navío, no hay otros modelos nuevos en el mercado que se ajusten al espacio disponible.
Como son aeronaves nuevas y en producción, la Armada se asegura soporte de posventa durante la vida útil que se considera unos 20 años de operación.