Independiente Rivadavia cerró su participación en el Torneo Clausura con un triunfo tan necesario como trabajado al vencer 2-0 a Defensa y Justicia en Florencio Varela. La Lepra cortó una racha negativa y terminó el certamen con un envión anímico clave tras un año histórico.
El conjunto mendocino consiguió su tercera victoria en el torneo gracias a los goles de Matías Fernández, a los 14 minutos del primer tiempo, y de Sheyko Studer, a los 24 del complemento. El equipo aprovechó los errores defensivos del Halcón y la velocidad de Sebastián Villa para lastimar de contraataque.

Defensa y Justicia tuvo chances claras para empatar —como las de Juan Gutiérrez en el arranque y Juan Miritello en el complemento—, pero falló en la definición y dejó escapar sus últimas aspiraciones de clasificación.

El duelo tuvo un quiebre temprano. A los 14 minutos, un error de Lucas Ferreira en la salida permitió la recuperación inmediata de la Lepra y un ataque profundo encabezado por Villa, quien asistió a Fernández para el 1-0. Desde allí, Independiente Rivadavia encontró espacios para correr y lastimar.
El golpe definitivo llegó a los 24 del segundo tiempo. Tras un córner preparado, Luciano Gómez envió un centro preciso para la aparición de Studer, que de cabeza sentenció el 2-0 final. El Halcón se retiró silbado por su gente, mientras que la Lepra celebró un triunfo que necesitaba con urgencia.
Con este resultado, el conjunto mendocino terminó en la anteúltima posición de la Zona A, con 14 puntos, dejando a Newell’s en el fondo de la tabla. Pese a la floja campaña, Independiente Rivadavia logró cortar una racha de diez partidos sin victorias y sostuvo el impulso tras obtener la Copa Argentina, el primer título oficial de su historia en Primera, que además le dio la clasificación a la Conmebol Libertadores 2026.
Para Defensa y Justicia, la derrota fue un golpe duro. Llegaba undécimo con 19 unidades y necesitaba ganar para mantener chances de ir a los playoffs, además de esperar otros resultados. Nada de eso ocurrió: sumó su cuarta caída consecutiva y cerró un Clausura irregular bajo la conducción de Mariano Soso, muy lejos de su mejor versión.