Pocas cosas pesan tanto como pelear el descenso ante tu gente. Así lo vivió San Martín de San Juan, que sabía que los tres puntos eran cuestión de vida o muerte en su lucha por quedarse en Primera. Con la presión de los triunfos de Talleres y Newell’s horas antes, el equipo de Leandro Romagnoli salió al campo con la soga al cuello, pero terminó encontrando un empate heroico que lo mantiene con oxígeno. Fue 1 a 1.
El panorama fue oscuro desde el arranque. A los seis minutos, Ramiro Carreras filtró un pase perfecto para Sasha Marcich, que desbordó por la izquierda y asistió a Castillo para el 1-0 de Lanús. El gol fue un golpe duro para el Verdinegro, que se mostró impreciso y nervioso durante gran parte del primer tiempo. La única aproximación clara llegó tras un blooper de Canale, que dejó pasar la pelota y casi regala el empate, pero el balón dio en el travesaño.
En el complemento, San Martín entendió que perder era firmar la sentencia de descenso. Empujado por su gente y con más ímpetu que claridad, fue con todo en busca del empate. El ambiente en el estadio era una mezcla de enojo y desesperación, hasta que, en el tercer minuto de descuento, llegó el desahogo: un centro al área, una serie de rebotes y el remate salvador de El Pulpo González, que se metió pidiendo permiso bajo los tres palos de Losada.
El gol fue un alivio, pero no una salvación. San Martín de San Juan sigue en zona límite, aunque mantiene la esperanza viva. El próximo fin de semana visitará a Aldosivi en Mar del Plata, en otro duelo clave por la permanencia.