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Internacional

Tropas estadounidenses llegaron a Israel para supervisar el alto al fuego y la liberación de rehenes

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El primer contingente de tropas estadounidenses, compuesto por 200 soldados, comenzó a llegar anoche a Israel, bajo la coordinación del almirante Brad Cooper, jefe del Comando Central de Estados Unidos. La misión de este despliegue es fundamentalmente establecer un centro de control conjunto y facilitar la integración de militares egipcios, cataríes, turcos y posiblemente emiratíes, en una base ubicada en Egipto, en el marco de un acuerdo negociado directamente por el expresidente Donald Trump.
El principal objetivo de la operación es garantizar la liberación de los rehenes israelíes y facilitar el repliegue parcial de las fuerzas israelíes de Gaza, con el fin de evitar una nueva escalada del conflicto entre Israel y Hamas.


Las autoridades estadounidenses han aclarado que las tropas no ingresarán a la Franja de Gaza, sino que se limitarán a coordinar y supervisar el alto al fuego junto con las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y otros actores internacionales involucrados. El centro de supervisión estará basado en Egipto, desde donde se gestionarán las operaciones y se establecerá un contacto constante con las autoridades israelíes y palestinas.
La llegada de las tropas ha sido recibida con alivio por los familiares de los rehenes, quienes han permanecido en una vigilia constante durante meses, esperando noticias sobre el regreso de sus seres queridos. Itzik Horn, padre de uno de los rehenes argentinos, Eitan, expresó: “El éxito tiene un solo padre, un solo padre que se llama Donald Trump. Y eso es lo que me da a mí y a todos nosotros cierta tranquilidad”. Para los familiares de los secuestrados, la intervención directa de Trump ha sido vista como un factor decisivo para desbloquear las negociaciones y avanzar en la liberación.
En la misma línea, Raz Ben Ami, sobreviviente de un secuestro por parte de Hamas, relató que durante una reunión con Trump en Washington, le pidió al presidente estadounidense que lograra un acuerdo que evitara el uso prolongado de la fuerza: “Queremos que vuelvan todos los secuestrados, vivos o muertos”.
El proceso de alto al fuego y liberación de rehenes ya está en marcha, y las fuerzas israelíes han comenzado a retirarse gradualmente hacia líneas previamente acordadas. Israel mantiene el control de aproximadamente el 53% del territorio de Gaza, principalmente en zonas no urbanas y en la franja fronteriza con Egipto.
El acuerdo estipula que Hamas debe liberar a 48 rehenes en un plazo máximo de 72 horas después del repliegue israelí. De estos rehenes, se cree que al menos 20 están con vida. La Cruz Roja Internacional será responsable de recibir y trasladar a los rehenes liberados a las autoridades israelíes, quienes los llevarán a la base militar de Re’im para una evaluación médica y psicológica.
En cuanto a los rehenes fallecidos, los cuerpos serán entregados a las autoridades israelíes en Gaza, donde se realizará una ceremonia breve y una identificación forense antes de su traslado a Israel.
Aunque el acuerdo de liberación de rehenes genera un atisbo de esperanza, las familias de los cautivos están marcadas por la incertidumbre. Temen que algunos cuerpos no sean entregados, ya que Hamas ha informado que desconoce la ubicación de ciertos cadáveres, lo que podría retrasar su entrega.
Israel ha insistido en que la liberación de rehenes debe ser un proceso en una sola fase, aunque ha mostrado disposición para aceptar una entrega escalonada, siempre y cuando se complete dentro del plazo acordado, previsto para el lunes al mediodía.
El presidente Trump se ha mostrado confiado en que el alto al fuego se mantendrá, asegurando que “todos están cansados de luchar”. Trump también ha destacado que el acuerdo es un “gran trato” tanto para Israel como para todos los involucrados, y anticipó que los rehenes serían liberados el lunes, aunque algunas fuentes indican que la liberación podría adelantarse al domingo.
El presidente estadounidense viajará a Israel el próximo lunes, donde tiene previsto hablar ante el Parlamento y reunirse con los familiares de los secuestrados. Luego, viajará a Egipto para cerrar el acuerdo con líderes árabes. Este acuerdo también podría significar una pequeña victoria política para el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que ha ganado algo de apoyo en su población gracias a la intervención de Trump.
Sin embargo, el acuerdo no está exento de dificultades. La liberación de prisioneros palestinos sigue siendo un punto de discordia. Hamas ha exigido la liberación de jerarcas como Marwan Barghouti y Ahmad Saadat, una demanda que ha sido rechazada por Israel. Aunque las negociaciones continúan, las partes involucradas parecen estar dispuestas a cumplir con el alto al fuego y la liberación de los rehenes.
El futuro político de Gaza sigue siendo una de las grandes incógnitas. El acuerdo no aborda directamente el desarme de Hamas, un tema clave para el futuro de la región. La reconstrucción de Gaza, destruida en un 80% por la ofensiva israelí, será otro desafío inmediato. Además, la cuestión de un posible Estado palestino queda fuera del alcance de este acuerdo, dejando en el aire el futuro político y económico de la región.
Trump dejó claro que, por el momento, la prioridad es liberar a los rehenes y permitir la entrada de ayuda humanitaria. “Después vemos”, dijo, evitando profundizar en el tema del futuro de Gaza y la posibilidad de un Estado palestino.
El desenlace de este acuerdo podría abrir la puerta a una tregua significativa en el conflicto, aunque su fragilidad y la falta de resolución de los problemas de fondo aseguran que la paz aún está lejos de ser alcanzada en la región.

Fuente: Diario Panorama
200 soldados Tropas Estadounidenses Israel
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