
Un fuerte terremoto, de magnitud 6,9, sacudió el martes al centro de Filipinas. Según informaron las autoridades, 69 personas murieron, 150 resultaron heridas y continúan buscando víctimas que se encuentran debajo de los escombros de 22 casas y edificios que colapsaron.
El epicentro del fenómeno ocurrió cerca de las 10 de la noche, a unos 17 kilómetros al noreste de Bogo, una ciudad costera de aproximadamente 90.000 habitantes en la provincia de Cebú.
Cinco personas, entre ellas tres miembros del personal de la guardia costera, un bombero y un niño, murieron en la ciudad de San Remigio, al sur de Bogo, informó el vicealcalde de la ciudad, Alfie Reynes, durante una entrevista radial con DZMM. Sin embargo, no detalló cómo murieron las víctimas.
Otras tres personas murieron en las afueras de Bogo cuando un deslizamiento de tierra, generado por el sismo, arrasó sus hogares, precisó a la agencia AFP el responsable de rescate Rexan Ygot.
El vicealcalde de la ciudad hizo un llamado a la comunidad para obtener alimentos y agua, ya que el sistema que abastece a San Remigio resultó dañado. En Bogo, el intenso temblor dañó las paredes de concreto de las casas, una estación de bomberos y las rutas de asfalto.
El bombero Rey Cañete mantuvo una conversación telefónica con The Associated Press y detalló: “Estábamos en nuestro cuartel para retirarnos por el día cuando el suelo comenzó a temblar y salimos corriendo, pero tropezamos debido al intenso temblor”.
Afirmó, al mismo tiempo, que él y otros tres bomberos sufrieron cortes y contusiones luego de que una pared de concreto de la estación de bomberos colapsara. Tras el temblor, salieron al rescate de las víctimas que se encontraban entre los escombros. En tanto, un adulto mayor debió ser trasladado de urgencia a un hospital cercano por una herida en la cabeza.
La gobernadora de Cebú, Pamela Baricuatro, declaró que un número no especificado de casas y un hospital resultaron dañados en Bogo, entre otros lugares. Equipos médicos de emergencia se desplegaron para tratar a los residentes que quedaron atrapados y heridos. Por ahora, se desconoce en detalle la magnitud del daño.
“Ya estamos enviando un equipo de trauma allí, los médicos y enfermeras están en camino”, dijo Baricuatro la radio citada. “Necesitamos medicinas, alimentos, equipos médicos”, añadió.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología emitió brevemente una advertencia de tsunami y aconsejó a la gente mantenerse alejada de las costas en Cebú, y en las provincias cercanas de Leyte y Biliran debido a posibles olas de hasta 1 metro.
Teresito Bacolcol, director del instituto, dijo a la agencia AP que la advertencia de tsunami fue levantada luego de que no se monitorearan olas inusuales.
Las provincias del centro de Filipinas aún se estaban recuperando de una tormenta que el viernes azotó la zona, dejando al menos 27 personas muertas, principalmente debido a ahogamientos y caídas de árboles.
El episodio causó cortes de luz en ciudades y pueblos enteros, y forzó la evacuación de decenas de miles de personas.