
La Selección Argentina cerró las Eliminatorias Sudamericanas con un hecho inesperado: la expulsión de Nicolás Otamendi en el encuentro frente a Ecuador. El zaguero de Benfica vio la tarjeta roja directa en el primer tiempo tras derribar a Enner Valencia en la puerta del área. Fue la primera expulsión en sus 128 partidos con la Albiceleste, una sanción que abre interrogantes sobre su disponibilidad para la Finalissima ante España en marzo de 2026.
El reglamento establece que las expulsiones deben cumplirse en el siguiente encuentro oficial del seleccionado, salvo que exista un indulto. Esto deja en duda la presencia del defensor en la Finalissima frente al campeón de la Eurocopa, partido que aún no tiene plena confirmación, ya que Lionel Scaloni se ha mostrado contrario a su disputa. Si el cruce no se concreta, Otamendi debería cumplir la sanción recién en la primera fecha del Mundial 2026, cuyo sorteo se realizará en diciembre.
El propio futbolista había adelantado que este ciclo se acerca a su cierre. Tras la goleada sobre Venezuela en el Monumental, reconoció que jugó su último partido en Argentina con la Selección: “Si no hay otro partido oficial, este fue mi último en el país. El show tiene que continuar”, confesó a TyC Sports.
Con 128 presentaciones desde su debut el 19 de mayo de 2009 con Diego Maradona como entrenador, Otamendi ocupa el quinto lugar histórico de presencias detrás de Lionel Messi, Javier Mascherano, Ángel Di María y Javier Zanetti. En su palmarés figuran dos Copas América, una Copa del Mundo y una Finalissima, consolidándose como uno de los símbolos de la era dorada de la Albiceleste.
El homenaje también llegó desde adentro del plantel. Antes del partido en Guayaquil, Rodrigo De Paul le dedicó un emotivo mensaje en redes sociales: “Como el primer día, (con algún trofeo más). En el último asiento, con tu mate súper caído y siempre preparados para cada batalla, te amo hermanito”. Un reconocimiento que refleja la huella que el “General” dejó en el grupo y en la historia de la Selección.