
Como ocurrió con el militar boliviano que aterrizó de emergencia con un avión atestado de cocaína en un campo cercano a Rosario, los pilotos oriundos de Bolivia y Perú que en junio abandonaron un Cessna en la región fueron condenados en tiempo récord en juicio abreviado. En este caso, reconocieron delitos vinculados con ese vuelo ilegal, como contrabando de divisa extranjera, ya que al ser aprehendidos no llevaban droga o bien ya la habían descargado.
Los dos pilotos de avión detenidos por el aterrizaje sospechoso que realizó el martes 3 de junio un Cessna 182 Skylane en la localidad de Díaz –departamento San Jerónimo– fueron condenados por la Justicia federal de Santa Fe a cinco años de prisión efectiva, por ingresar al país de manera ilegal y con una avioneta que tenía la patente adulterada. No llevaban droga, pero sí una suma en dólares.
Milton Carlos Arévalo Estrada (54), de nacionalidad peruana, y Mikjail Zabala Rodríguez (30), de nacionalidad boliviana, suscribieron el acuerdo de partes presentado por el fiscal federal Jorge Gustavo Onel y los abogados Gustavo Alberto Franquet y Eduardo Néstor Soares. Como todo estaba en regla, el juez federal Eduardo Rodríguez Da Cruz no hizo más que darle el visto bueno al trámite.
A Arévalo Estrada y Zabala Rodríguez se les atribuyó haber importado el 3 de junio pasado mercadería –30.500 dólares estadounidenses– por lugares no habilitados y así evitado el control aduanero, empleando un medio de transporte aéreo –una avioneta Cessna serie 200– con matrícula adulterada, apartándose de las rutas autorizadas y aterrizando en un lugar no habilitado.
Asimismo, los fiscales los acusaron de haber conducido esa aeronave sin el certificado de habilitación correspondiente y de haber atravesado con ella de manera clandestina la frontera por lugares distintos de los establecidos por la autoridad aeronáutica, desviándose de las rutas aéreas fijadas para entrar al país. Por último, les endilgaron haber suprimido u ocultado la matrícula de la avioneta.
En aras de la economía procesal, a cambio de una morigeración en la pena y posiblemente para evitar problemas o sospechas de sus empleadores, los pilotos se hicieron cargo de todo lo atribuido a dos meses de ser arrestados.
De acuerdo con la causa, se presume que la aeronave vino desde Bolivia, descargó droga en un campo de un ex integrante de la Fuerza Aérea que vive en Buenos Aires y posteriormente tocó tierra en Estación Díaz al tener un aparente desperfecto mecánico.
Los pilotos abandonaron la aeronave y fueron detenidos instantes después, a raíz del operativo cerrojo desplegado por la Comisaría 11ª de la policía santafesina.
En su poder se secuestraron diversos elementos relevantes para la investigación: los 30 mil dólares, dos teléfonos celulares y un cargador con municiones calibre 9 milímetros, entre otros. Asimismo, del interior de la avioneta se incautaron siete bidones con combustible y, en cercanías de la aeronave, un dispositivo GPS.
Según consta en el legajo, tras los arrestos Gendarmería hizo allanamientos en un predio rural y en galpones de la localidad de Arroyo del Medio (Buenos Aires) y en Peyrano (domicilio del propietario de los galpones), donde secuestró celulares, una computadora y un DVR con registros fílmicos.
En abril, el coronel retirado de la Fuerza Aérea Boliviana Óscar Armando Caba Hurtado, de 57 años, se acogió a un juicio abreviado por el que recibió una pena de 7 años y 2 meses de prisión por haber aterrizado en octubre del año pasado en un campo en la zona rural de Andino con 475 kilos de cocaína. Sin embargo, aún no hay noticias sobre los dueños y compradores del cargamento.