
El embajador argentino en España, Wenceslao Bunge Saravia, protagonizó un incidente que provocó sorpresa y murmullos entre los presentes en un acto realizado en Cádiz, con motivo del 175° aniversario de la muerte de José de San Martín. Al finalizar su discurso, el diplomático hizo una declaración que no pasó desapercibida: “¡Viva la Argentina, viva San Martín, viva Cádiz, viva España, viva el rey, viva la libertad!”
El acto, que tuvo lugar en la ciudad de Cádiz, fue una emotiva ofrenda floral en honor a San Martín, el Padre de la Patria y Libertador de Argentina, Chile y Perú. Durante su intervención, Bunge destacó no solo la figura del prócer, sino también los lazos históricos que unen a Argentina y España. Recordó especialmente los años trascendentales que San Martín pasó en Cádiz, donde consolidó su ideario de libertad y justicia.
Al iniciar su discurso, el embajador expresó: “Este domingo 17 se cumplen 175 años del Paso a la Inmortalidad del General San José de San Martín. Evocamos no solo la gesta libertadora de América, sino también los lazos entrañables que lo unen con Cádiz y España. San Martín, en el lecho de su muerte, dijo: ‘Seamos libres y lo demás no importa’”.
Sin embargo, fue al cierre de su discurso cuando Bunge generó la controversia. Su entusiasta invocación a “Viva el rey” provocó sorpresa entre los asistentes, quienes expresaron desconcierto por la mención al monarca español en un contexto tan vinculado a la lucha por la independencia de las colonias americanas.
A pesar de las críticas generadas por sus palabras, la embajada argentina en España publicó en su cuenta de Instagram que el acto fue un "tributo al General José de San Martín" y destacó la presencia de las autoridades locales, como el alcalde de Cádiz, Bruno García de León, y el cónsul argentino en la ciudad, Sergio Servin.
Durante el homenaje, el embajador también subrayó la importancia de estrechar lazos con la comunidad argentina en España, una de las más grandes y representativas en el mundo. En su discurso, destacó el contacto cercano con los miembros de la Casa Argentina en Cádiz y la Casa Argentina en Sevilla, como parte de uno de los ejes centrales de su gestión.
Bunge Saravia fue designado para este cargo tras la salida de Roberto Bosch, en un proceso que incluyó una reestructuración de la Cancillería tras la partida de Diana Mondino, quien fue reemplazada por Gerardo Werthein. Posteriormente, el gobierno de Pedro Sánchez le otorgó el plácet, y su pliego fue aprobado por el Senado argentino.