
Rosario Central atraviesa un momento de irregularidad preocupante. El equipo de Ariel Holan no logra repetir la solidez defensiva ni el vértigo ofensivo del primer semestre. En el empate ante Atlético Tucumán, quedó expuesto ante un rival que, fiel al estilo de Lucas Pusineri, apostó a un juego áspero, con interrupciones constantes y pelotas largas al área.
El encuentro tuvo su momento más polémico a los 13 minutos, cuando el “Loco” Díaz marcó para los tucumanos tras un par de rebotes en el área, pero Fernando Echenique anuló el gol por una supuesta falta sobre Enzo Giménez. La decisión generó protestas, ya que la infracción no pareció clara.
En el complemento, el trámite no varió demasiado. Ángel Di María intentó por todos lados, mostrando algunos destellos de jerarquía, pero sin lograr conexión con un Ignacio Malcorra apagado y un Alejo Véliz lejos de su versión goleadora que lo llevó a ser vendido al Tottenham.
Holan deberá recuperar rápido las ideas que lo hicieron brillar meses atrás si quiere volver a ser protagonista. Del otro lado, Pusineri se va conforme: su equipo no se achica ante nadie y sigue sumando, sabiendo que no puede dormirse en la pelea por los puntos.