
El clima en Boca Juniors volvió a explotar. Tras un fuerte cruce entre Marcos Rojo y Miguel Ángel Russo, el entrenador decidió marginar del plantel de manera definitiva al ex capitán, junto a Marcelo Saracchi y Cristian Lema, quienes ya no eran tenidos en cuenta desde hace semanas. La decisión fue tan drástica como polémica: los tres deberán entrenarse aparte y no podrán entrar al vestuario profesional.
La noticia se conoció este miércoles, pero el conflicto se desató el martes por la tarde en el predio de Ezeiza. Russo reunió a los jugadores que estuvieron en la derrota ante Huracán y les pidió una charla de autocrítica. Al resto, entre ellos Rojo, les solicitó que no participen. El defensor no lo tomó bien, discutió con el DT y se fue del entrenamiento sin trabajar.
Al día siguiente, al llegar al predio, un utilero le comunicó que debía cambiarse en otro vestuario, anticipando la decisión de apartarlo del grupo. Poco después, Raúl Cascini y Marcelo Delgado, integrantes del Consejo de Fútbol, se encargaron de oficializar la medida también a Saracchi y Lema, quienes ya no formaban parte del plantel principal desde el regreso del club del Mundial de Clubes.
La decisión generó aún más controversia por las formas. Según trascendió, ni Russo ni sus ayudantes comunicaron la exclusión directamente. En cambio, fueron los empleados de utilería (Juan, Nelson y Gustavo) quienes dieron el primer aviso.
En Boca aseguran que los utileros solo cumplieron con una orden interna y que el mensaje oficial fue responsabilidad de Cascini y Delgado, quienes podrían dejar sus cargos en medio de una inminente reestructuración del Consejo de Fútbol.
Por ahora, los tres jugadores quedaron totalmente al margen del plantel profesional, no participarán de los entrenamientos de doble turno del viernes y sábado, y deberán trabajar en forma diferenciada. Mientras tanto, se abre el interrogante sobre su futuro: ¿serán transferidos o se avanzará en una posible rescisión de contrato? Todo puede pasar en un Boca que no logra salir de la crisis.