
La escaladora checa Klára Kolouchová murió al intentar ascender la montaña Nanga Parbat, situada en el norte de Pakistán y uno de los catorce ochomiles, afirmó este viernes el Club Alpino de este país asiático.
"Estamos profundamente entristecidos por el trágico fallecimiento de la reconocida alpinista checa Klára Kolouchová (cuyo apellido como soltera era Polá?ková), de 46 años, durante su expedición al Nanga Parbat", dijo en un comunicado el vicepresidente del Club Alpino de Pakistán, Karrar Haidri.
Kolouchová integraba un grupo formado por la escaladora finlandesa Paula Brigitta Strengell y el alpinista español Jorge Egocheaga Rodríguez, entre otros montañeros de varias nacionalidades, además de seis sherpas nepalíes.
El grupo comenzó su avance hacia la cumbre del Nanga Parbat el pasado miércoles desde el Campamento 3, según el Club Alpino de Pakistán. Sin embargo, Kolouchová comenzó a experimentar problemas de salud en el Campamento 4 y abortó su expedición, comenzando a descender con un sherpa nepalí el miércoles por la noche.
Mientras descendía, la escaladora cayó el jueves entre los campamentos 2 y 1, precisó en un comunicado el comisionado adjunto adicional de Diamer, Nizamuddin, que agregó que "inicialmente, se informó de que el accidente fue causado por la explosión de un cilindro de oxígeno".
El cuerpo de Kolouchová permanece en el lugar de la caída, según Nizamuddin, y actualmente se está llevando a cabo una operación de búsqueda para localizarlo utilizando helicópteros del Ejército de Pakistán.
La escaladora había sido la primera mujer checa en alcanzar la cima de las tres montañas más altas del mundo, el Everest, el K2 y el Kanchenjunga; había completado cinco ochomiles y las denominadas "Siete Cumbres".
La "montaña asesina"
El Nanga Parbat (8.126 metros) es conocido como la "montaña de la muerte" o "montaña asesina", por los más de 80 alpinistas que han fallecido en sus laderas desde el primer intento de escalarla en 1895, algo que logró por primera vez el austríaco Hermann Bulh en 1953.
El Nanga Parbat tiene una pared de 4.000 metros que escalar, un importante reto en una montaña en la que además son frecuentes las avalanchas.