
Al menos 22 personas murieron y 63 resultaron heridas este domingo en un atentado suicida dentro de una iglesia en Damasco, según informó la televisión estatal siria. El ataque fue perpetrado por un integrante del grupo yihadista Estado Islámico (EI), confirmaron fuentes del Ministerio del Interior.
“Un atacante suicida afiliado al grupo terrorista Dáesh (Estado Islámico) entró a la iglesia de San Elías, abrió fuego y luego se hizo explotar con un cinturón explosivo”, indicó el comunicado oficial.
Se trata del primer atentado de este tipo en la capital desde el derrocamiento del expresidente Bashar al Asad, ocurrido el 8 de diciembre de 2024. La explosión desató el pánico entre los fieles, en plena celebración religiosa. Entre los presentes había niños y personas mayores.
La iglesia Mar Elías, ubicada en Dweil’a, en las afueras de Damasco, quedó parcialmente destruida. Testigos relataron que se escucharon disparos antes de la explosión. “Alguien entró con un arma y comenzó a disparar. Luego intentamos detenerlo antes de que se hiciera explotar”, contó Larence Maamari, uno de los sobrevivientes.
“Estos actos terroristas no detendrán los esfuerzos del Estado sirio por alcanzar la paz civil”, aseguró el ministro del Interior, Anas Jatab, quien confirmó que el atacante era miembro activo del EI.
La organización yihadista había controlado vastas zonas de Siria e Irak durante los primeros años de la guerra civil iniciada en 2011, proclamando un “califato” en 2014. Aunque su poder fue mermando, el grupo volvió a tener presencia con ataques selectivos desde principios de este año.
El emisario de la ONU para Siria, Geir Pedersen, expresó su “indignación” por lo ocurrido y pidió a las autoridades una investigación exhaustiva. A su vez, la comunidad internacional reclamó garantías de seguridad para las minorías religiosas y su inclusión en el proceso de transición política.
“El régimen tiene el deber de proteger a todos los sirios, sin distinción, especialmente ante estos ataques dirigidos a minorías como la cristiana y la chiita”, dijo un portavoz del Consejo de Seguridad.
El Ministerio de Salud, citado por la agencia estatal SANA, detalló que 52 personas fueron hospitalizadas, varias de ellas en estado crítico.
En mayo pasado, el Estado Islámico ya había reivindicado un atentado contra las nuevas fuerzas gubernamentales, lo que marcó el inicio de una nueva etapa de violencia en Siria.