
En medio de la escalada bélica con Israel, el régimen de Irán lanzó una amenaza directa contra Rafael Grossi, el argentino que dirige la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y lo denunció ante Naciones Unidas por supuesta “actitud parcial”.
“Pagará al finalizar la guerra”, afirmó Ali Larijani, uno de los asesores más cercanos al líder supremo Ali Khamenei, en un mensaje difundido este sábado en redes sociales. La amenaza encendió las alarmas diplomáticas, justo cuando crece la tensión por el posible desarrollo armamentístico nuclear de Teherán.
Además del mensaje intimidatorio, Irán formalizó una denuncia contra Grossi ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Según la carta enviada por el embajador iraní Saeed Iravani al secretario general António Guterres, el titular de la AIEA habría incurrido en “violaciones al principio de imparcialidad” con sus recientes declaraciones públicas.
“El director de la AIEA omitió cualquier referencia a los ataques contra instalaciones nucleares de otros países”, reprochó Iravani, en alusión a los bombardeos israelíes sobre plantas atómicas en territorio iraní.
Días atrás, Grossi había advertido que Irán dispone de uranio enriquecido al 60%, un nivel cercano al 90% necesario para fabricar armas nucleares. “El país tiene material suficiente para entre seis y ocho bombas, aunque no hay evidencia de que haya decidido construirlas”, explicó el argentino en una entrevista con Radio Mitre.
Las imágenes satelitales de la planta de Natanz, golpeada por un ataque israelí el 14 de junio, evidenciaron la fragilidad del contexto regional y la preocupación de los organismos internacionales.
“Irán nunca debe tener un arsenal nuclear y debe demostrar que su plan es estrictamente pacífico”, insistió el presidente francés Emmanuel Macron, en un mensaje publicado en la red social X.
Pese a las amenazas y las acusaciones, el presidente iraní Masud Pezeshkian aseguró que está dispuesto a dialogar con Europa. En una conversación telefónica con Macron, reafirmó que su país no abandonará el programa nuclear, pero expresó su intención de negociar y cooperar con la comunidad internacional.