Israel vive horas de tensión tras el ataque con misiles lanzados por Irán, que causó la muerte de al menos 13 personas, entre ellas dos menores de edad, y dejó varios heridos en distintas regiones del país.
Uno de los impactos más graves se produjo en la ciudad de Bat Yam, en las afueras de Tel Aviv, donde un edificio residencial fue alcanzado por un misil, provocando la muerte de al menos seis personas.
Durante una visita al lugar, el primer ministro Benjamín Netanyahu lanzó una dura advertencia: “Irán pagará un alto precio por matar intencionadamente a civiles, mujeres y niños. Alcanzaremos nuestro objetivo de un solo golpe”.
El ejército israelí confirmó que se activaron alertas antiaéreas en múltiples regiones, mientras la Fuerza Aérea lleva adelante operaciones de intercepción y represalia. En tanto, el Comando del Frente Interno pidió a la población seguir estrictamente las medidas de seguridad.
“La defensa no es hermética”, admitieron las autoridades, dejando en claro que existe riesgo de nuevos ataques. Equipos de búsqueda y rescate trabajan en los sitios afectados, incluyendo zonas de la costa mediterránea donde también se registraron impactos directos