Donald Trump volvió a encender la polémica con declaraciones explosivas contra Elon Musk, a quien acusó de haber “perdido la cabeza” y aseguró no tener interés en mantener contacto con él. La disputa, que incluye amenazas de cancelar contratos gubernamentales con las empresas del magnate, marca un giro abrupto en una relación que alguna vez incluyó gestos de apoyo mutuo.
“¿Te refieres al hombre que ha perdido la cabeza?”, respondió Trump al ser consultado sobre un posible diálogo con Musk, durante una entrevista telefónica con ABC News. Aseguró que fue el empresario quien buscó comunicarse, pero que él no está dispuesto a hablar “por ahora”.
El expresidente fue más allá y sugirió revisar los subsidios y contratos federales que benefician a Tesla y SpaceX, sin ocultar su molestia por la postura crítica que Musk adoptó en los últimos días.
En diálogo con CNN, Trump insistió en que no piensa en Musk ni lo hará “durante un tiempo”, y restó importancia a la ruptura: “Estamos enfocados en bajar la inflación, atraer inversiones y planificar nuestra visita a China”, dijo.
Sin embargo, fuentes cercanas al expresidente revelaron que se lo notó “decaído” por el distanciamiento, más que enojado. La tensión se reflejó en el tono de su voz durante la conversación con la prensa, según consignó ABC News.
Desde la Casa Blanca también se sumaron a la controversia. La secretaria de prensa Karoline Leavitt calificó el cruce como “un episodio desafortunado de Elon”, y subrayó que el presidente se mantiene centrado en aprobar su “Gran y Hermosa Ley”.
El vicepresidente JD Vance evitó criticar a Musk, pero expresó su lealtad a Trump: “El presidente ha hecho más que nadie para ganarse la confianza del movimiento que lidera. Me enorgullece estar a su lado”.
Pese a sus amenazas iniciales, Musk retrocedió con una de sus advertencias más resonantes: retirar la nave Dragon del servicio a la Estación Espacial Internacional. Lo hizo tras el consejo de un usuario anónimo en X, quien le sugirió “calmarse”. Musk respondió: “Buen consejo. Ok, no retiraremos Dragon”.
Mientras tanto, Trump evalúa regalar o vender su Tesla rojo, adquirido como gesto de apoyo a Musk en el pasado. El vehículo permaneció estacionado en West Executive Avenue el jueves, justo un día después de que el expresidente inspeccionara nuevos modelos de Tesla en la Casa Blanca.
El enfrentamiento entre Trump y Musk ocurre en un contexto de crecientes tensiones entre el mundo político y el tecnológico, con implicancias que podrían afectar desde contratos espaciales hasta el desarrollo de autos eléctricos en Estados Unidos.
