
El conflicto en el Hospital Garrahan escala. Luego de una reunión que se extendió durante toda la jornada del jueves sin avances concretos, este mediodía los médicos residentes ratificaron la continuidad del paro, y el Gobierno respondió con un endurecimiento en su postura: se descontarán los días no trabajados, y quienes acumulen cinco faltas podrían ser expulsados del sistema y ver comprometida su aprobación como especialistas en pediatría.
“Seguiremos firmes con la medida de fuerza”, afirmaron los residentes en un acto frente al hospital, donde explicaron que la falta de propuestas concretas y “los acuerdos incumplidos” del pasado, como el aumento salarial anulado por el exministro Mario Russo, impiden levantar la medida.
Desde el Ministerio de Salud, en diálogo con Infobae, remarcaron que “si las inasistencias llegan a cinco días, serán dados de baja automáticamente, como cualquier empleado público nacional”. Y advirtieron: “Están frente al peligro de desaprobar la residencia, lo que extendería su colación final como profesional”.
El reclamo central es salarial, ante sueldos que los propios funcionarios nacionales calificaron como “extremadamente bajos e insuficientes”. Aun así, la respuesta oficial fue ambigua: “Se está trabajando en opciones para acercar el ingreso de los residentes del Garrahan a los de CABA”.
En paralelo, el Gobierno propuso la creación de una mesa de diálogo quincenal y aseguró que “todo ahorro generado por eficiencia en el hospital será destinado al personal de salud”. No obstante, aclararon que parte de esos fondos también serán usados para ampliar la cantidad de camas disponibles.
En medio del conflicto, el presidente Javier Milei desestimó los reclamos y los vinculó con “ñoquis heredados del kirchnerismo”. “¿Usted está de acuerdo con que haya ñoquis que le filtren los recursos a gente que no trabaja?”, cuestionó en una entrevista con Neura. Y agregó: “La situación está politizada. Se giró una cantidad récord de recursos al hospital”.
Por su parte, delegados gremiales del hospital, como Alejandro Lipcovich, rechazaron esa narrativa. “El personal asistencial es el 70%. No solo médicos: también hay enfermeras, bioquímicos, farmacéuticos y trabajadores de esterilización, todos indispensables”, remarcó.
Mientras tanto, la comunicación oficial del conflicto está a cargo de la viceministra Cecilia Loccisano, aunque las definiciones más duras aún no fueron anunciadas por ella. Desde el Gobierno insistieron: “El médico no es el enemigo, su labor es indispensable. Pero hay que sacar a los que usan el hospital para hacer política”.