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La filial de Nestlé en Córdoba ordenó a sus empleados que tomen vacaciones en marzo, mes en el que se paralizará la producción en la localidad Villa Nueva. La medida, según la compañía, corresponde a una gestión del sobrestock. Los más de 180 trabajadores de la planta denunciaron que hay un trasfondo de crisis: Nestlé tiene crecientes dificultades para colocar sus productos en el mercado ante la baja demanda.
"No están vendiendo, están sobreestoqueados y toman la decisión de parar la producción en marzo y parte de abril", afirmó Fernando Martín Páez, Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Villa María. La situación generó sorpresa en la planta, porque la práctica habitual es que el trabajador informe las fechas de sus vacaciones en una plataforma digital y espere la autorización de su jefe.
La empresa, que emplea directamente a más de 1.800 personas en el país y produce tanto para el mercado interno como para la exportación a países limítrofes, podría estar atravesando una de las crisis más importantes de su historia.
"Siempre pagan los trabajadores"
Pàez aclaró que, "por ahora", no habrá despidos, aunque "es una medida que causa incomodidad y miedo en los trabajadores. Siempre el ajuste lo pagan los trabajadores, y es que paran porque están sobrestockeados de productos. Pero bueno, si es así, les diría a la empresa que venda más barato", cuestionó.
"Dicen que van a aprovechar para darle mantenimiento a la fábrica, que estaba programado para julio", agregó. El conflicto laboral será tratado en el Ministerio de Trabajo la próxima semana y se espera que ambas partes acuerden. En tanto, los trabajadores enfrentan un panorama incierto, en medio de temores de despidos y un clima laboral tenso.
Crisis en General Motors
En tanto, la empresa estadounidense activó el "Programa de Retiros Voluntarios" en su planta de Alvear, Rosario, afectando el trabajo de 300 trabajadores. Su objetivo es reducir la plantilla de empleados tras una brutal caída en la producción de la fábrica. Según voces sindicales, en este momento salen de línea de producción 12 unidades, cuando hasta el año pasado esa cifra se ubicaba en 21, por lo que la empresa habría tomado dicha decisión pasando de los actuales 600 a 300 trabajadores.
Desde SMATA aseguraron que la empresa tiene prevista una caída del 50% de su producción para este año. De todos modos, el escenario no es nuevo, ya que los problemas que desencadenaron los "retiros voluntarios" comenzó en 2023, año en el cual el establecimiento productivo suspendió las operaciones hasta marzo de 2024, también por una fuerte merma en su negocio.