
La epicondilitis o codo del tenista es una lesión que se desarrolla en la parte externa del codo. Esta zona concreta del codo se denomina epicóndilo.
Las causas que provocan esta lesión pueden ser por movimientos repetitivos en los que se realizan la extensión de la muñeca, por el estrés o por la supinación del antebrazo, es decir, el movimiento que realizamos para poner la palma de la mano boca arriba o boja abajo girando el codo.
Estos movimientos provocan pequeñas microrroturas de las fibras y una mala reparación de los tendones de los músculos que se originan en las región del epicóndilo.
Aunque normalmente se conoce como codo de tenista, no se restringe sólo a practicantes de este deporte, también puede darse en personas que realicen trabajos que impliquen movimientos repetidos como los que hemos descrito antes.
La epicondilitis presenta una máxima incidencia en personas de entre 34 y 54 años, pero no se ha demostrado diferencia alguna entre la frecuencia de aparición en hombres o en mujeres. Lo que sí es más frecuente es la afectación de la mano dominante.
¿Cómo podemos prevenir la epicondilitis?
Ahora veremos algunas medidas que se recomienda tomar para prevenir la epicondilitis. En primer lugar se debe reducir las actividades que estén causando dolor en la zona. Así bien, también se deben evitar aquellas actividades que agraven esa situciación.
Otra recomendación es disminuir el tiempo o la intensidad de la actividad que puede lesionarte, además de incluir descansos durante la actividad y realizar estiramientos de la zona.
Por otra parte, si usted va a realizar actividades que conlleven una sobrecarga excesiva sobre los tendones de la región del codo, una buena opción sería la de utilizar una codera elástica.
Además, después de una actividad en la que se haya requerido un sobreesfuerzo de la musculatura del codo, se debe aplicar hielo en la región del codo.
En el trabajo es recomendable también usar la postura correcta y colocar los brazos de tal manera que el codo y los músculos del brazo estén relajados y no se sobrecarguen innecesariamente.
Por ejemplo, en trabajos frente al ordenador, los brazos deben estar relajados y los antebrazos prácticamente en posición horizontal y apoyados en la mesa para reducir la tensión estática.
Otro punto importante de los trabajos frente al ordenador es que las manos se deben desplazar por el teclado y no mantenerse en una posición fija porque esto fuerza una hiperextensión de los dedos que pone en tensión la musculatura del epicóndilo.
Otra medida que se suele recomendar es la de trata de levantar los objetos con la palma de la mano hacia arriba para no utilizar innecesariamente la musculatura del codo que, en general, es más débil que la de la región palmar del antebrazo.
¿Y para tratarla?
Fármacos anti inflamatorios yo analgésicos
El tratamiento de la epicondilitis es un tratamiento conservador que suele ser eficaz en más del 90% de los pacientes a los que se aplica.
Esta lesión limita la actividad que causa el dolor y para este síntoma se utilizan analgésicos. De todas formas, la primera medida que se debe llevar a cabo es la de suprimir la actividad causante del dolor realizando un reposo adecuado.
Al reposo se le ha de sumar la fisioterapia y la electroterapia (ultrasonidos o ondas de choque). Estas dos medidas son muy importantes para reducir el dolor y la inflamación de la lesión.
Se puede realizar un automasaje. Este masaje debe durar no más de 10 minutos y se debe realizar una vez cada 5, 6 o 7 días. El masaje se debe hacer siempre transverso a la dirección de las fibras musculares, es decir, hacia arriba y hacia abajo del codo, no en horizontal.
Por otra parte, es un masaje relativamente intenso pero suave a la hora de realizar los movimientos. Puede ser doloroso, e incluso bastante, pero nunca un dolor insoportable.
En el caso de que la lesión no se reduzca, se pueden hacer infiltraciones de corticoides y recurrir a la acupultura como tratamiento alternativo. En casos muy graves en los que ninguna solución cure la lesión, puede ser necesario recurrir a la cirugía.
Buena Salud