
El Jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, confirmó que el Gobierno trabaja en un acuerdo con el consorcio a cargo de la construcción de las represas hidroeléctricas “Presidente Néstor Kirchner” (NK) y “Gobernador Jorge Cepernic” (JC) sobre el río Santa Cruz. Desde 2023, las obras están detenidas , afectando a unos 1.800 trabajadores , y su continuidad depende de un nuevo entendimiento con el principal accionista del proyecto, el grupo chino Gezhouba Group Corp.
Francos mantuvo una reunión clave con el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal , el embajador de China en Argentina, Wang Wei , y representantes del sector energético y minero para intentar destrabar la situación. Tras ello indicó que se puede "avanzar en los acuerdos que permitirán reanudar la construcción de la represa Jorge Cepernic. Tras largas negociaciones, el Gobierno considera que las condiciones están dadas para retomar y finalizar la obra".
Mantuve un encuentro con @ClaudioVidalSer, gobernador de Santa Cruz, Wang Wei, embajador de la República Popular China en Argentina (@ChinaEmbArg), Daniel González, secretario de Coordinación de Energía y Minería, Tristán María Socas, presidente de Energía Argentina, y directivos… pic.twitter.com/clnBBwTV9A
— Guillermo Francos (@GAFrancosOk) March 6, 2025
Un plan escalado: retomar a Jorge Cepernic y postergar a Néstor Kirchner
El plan oficial es priorizar la reactivación de la represa Jorge Cepernic , que presenta un avance del 46% , mientras que la obra de la Néstor Kirchner, que apenas alcanza un 19,2% de ejecución , se suspendería por dos años debido a problemas técnicos y financieros.
La represa NK, originalmente llamada Cóndor Cliff , enfrenta peldaños de suelo detectados en 2018 , lo que llevó a un rediseño del proyecto ya su freno en la obra principal. Además, la continuidad del financiamiento chino está solicitada a la firma de la Adenda XII , un documento clave para destrabar nuevos diseños de los bancos chinos que financian la construcción.

Una obra estratégica en disputa
Las represas de Santa Cruz forman parte del plan de infraestructura energética nacional y, una vez terminadas, aportarán 1.310 megavatios (MW) al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) , equivalente al 5% del consumo máximo del país en horas pico .
Sin embargo, la construcción estuvo atravesada por modificaciones y controversias desde su inicio. En 2016, la Corte Suprema suspendió las obras tras un reclamo de organizaciones ambientalistas que advertían sobre el impacto en los glaciares y en especies como el macá tobiano y el cauquén colorado . Tras la realización de estudios de impacto ambiental, las obras se reanudaron en 2017 .
Durante el gobierno de Mauricio Macri , el proyecto fue rediseñado para reducir su impacto ambiental y su potencia instalada, mientras que en 2022, durante el gobierno de Alberto Fernández , se firmó un acuerdo de enmienda con los bancos chinos para extender los plazos de financiamiento.
Hoy, con una inversión acumulada de 1.850 millones de dólares y un costo total estimado en 4.714 millones , el futuro de las represas dependerá del acuerdo que el Gobierno argentino logrará cerrar con China en los próximos días. “Después de años de postergaciones y gestiones sin resultados, logramos que Argentina haga una propuesta concreta a China. Ahora estamos a la espera de una definición”, sostuvo el gobernador Claudio Vidal .