En horas de la noche de hoy vecinos que habitan sobre calle Emilia Rodiño de Clark al 500, en plena costanera ríogalleguense, se vieron espantados y a la vez sorprendidos cuando un vehículo a gran velocidad se llevó puesto todo lo que había a su paso sobre la vereda. Las actuaciones estuvieron a cargo del personal de la División Comisaría Primera de la ciudad de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz.

“Me quedé perplejo” señaló el propietario de la vivienda donde aterrizó un Volkswagen Bora, de color blanco, tras haber impactado con dos arbustos, dos canastos de basura, un pequeño cerco de ladrillos hasta terminar cortando de cuajo un poste de telefonía, que literalmente voló y quedó sobre el jardín de la vivienda. Un desastre verdaderamente, pero lo más importante es que nadie salió lesionado aparentemente.

Vecinos cercanos que acudieron al lugar no podían creer el terrible accidente que había protagonizado el Bora. Algunos decían que manejaba una mujer, otros que sería la pareja, lo que quedó claro es que uno de ellos perdió el control de la unidad automotriz y convirtió el frente de la vivienda en una calamidad.

A todo esto el propietario (27) del auto, que según se indicó no habría estado al volante al momento del choque, trataba de dar explicaciones a los dueños de casa, a la policía y a los inspectores de tránsito municipal que también se dieron cita en el lugar.

La mujer que viajaba en el rodado, no estaba en el auto cuando llegó la policía, se encontraba enfrente debajo de la empalizada de la costanera sobre la arena y llorando, o podríamos decir, presa de un ataque de shock que a la postre no le habría permitido hacer el test de alcoholemia.

Los inspectores de tránsito, solicitaron al muchacho la documentación del rodado advirtiendo que el seguro habría estado vencido, razón por la cual, se procedió al secuestro del rodado.