Durante el período que duró la pandemia, explotó la modalidad de compras y envíos, de todo tipo de mercaderías, por intermedio de encomiendas a través de los correos privados.

La comercialización de estupefacientes, no escapó a esta modalidad; la que quedó como poco menos, que una costumbre, para comercializar drogas, vale decir a través de envíos por encomiendas utilizando las empresas de correos.

En el marco del cumplimiento de sus funciones, personal de Gendarmería Nacional, destacados en distintos puestos de control sobre las rutas nacionales, y a partir del análisis permanente que se realiza sobre los vehículos que transportan estos envíos, y respectivos remitentes, destinatarios, paquetería, y envíos de mercaderías, se trazan perfiles de riesgo, que ameritan la utilización de scanner y de los canes especializados en la detección de drogas.

Es así que el Can “Polo” perteneciente al Escuadrón Núcleo Santa Cruz con asiento en la ciudad de Río Gallegos, en una inspección efectuada, indicó mediante sus gestos rasguñando con sus manos e indicando con su hocico, que una encomienda contenía en su interior sustancias estupefacientes.

Este indicio posteriormente fue corroborado mediante la utilización de los scanner de la policía de Seguridad Aeroportuaria, institución que posee personal altamente capacitado en el análisis de imágenes, quienes confirmaron los indicios y sospechas, que previamente había aportado el can Polo, colaborando como siempre lo hacen, con Gendarmería Nacional y el Juzgado Federal local, en todas las diligencias que se desarrollan para aportar pruebas en todos los procesos.

Ante esta confirmación, el Juez Federal de Río Gallegos dispuso que se lleve a cabo una entrega vigilada de la paquetería sospechosa, medida desarrollada por efectivos de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos de Gendarmería en Río Gallegos; lográndose la detención del propietario de la encomienda. Practicándose la apertura de la caja, resultando contener dos bolsas con “Cogollos de marihuana”, por casi 300 gramos, para ser comercializados en el ámbito local.

Las autoridades judiciales dispusieron el allanamiento de la vivienda de la persona detenida, donde se hallaron plantas de marihuana, un invernadero “Indoor”, para el cultivo de cannabis sativa (marihuana), dinero en efectivo, y un total de 14 Documentos Nacionales de Identidad, de distintas personas, que habían extraviado los mismos, los cuales eran utilizados por el detenido para el envío y recepción de encomiendas con drogas, con el fin de no ser identificado en su real identidad.