En las primeras horas de la mañana de hoy una oficial de policía fue embestida en la intersección de las calles Hernán Cortés y Curupayti. El incidente ocurrió a la salida de un local bailable. Las actuaciones estuvieron a cargo del personal de la División Comisaría Cuarta de la ciudad de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz.

El hecho se generó minutos después de las 06.00 horas cuando la gente que acude al local bailable conocido como “El Canelo”, comenzaba a retirarse. Santa Cruz en el Mundo conoció que un grupo de personas habrían comenzado una riña por lo cual intervino la policía para dispersar y evitar males mayores. Pero al querer demorar a uno de los provocadores de la situación otra persona se sube a un vehículo y arremete contra los policías, algunos alcanzaron a esquivarlo pero una oficial de la Comisaría Quinta no y en consecuencia quedó tirada en el piso sobre la vereda de la calle Curupayti con evidentes lesiones.

Si bien el hecho se produjo en jurisdicción de la Comisaría Cuarta, ante la cantidad de gente que había a la salida del boliche se solicitó colaboración a otras dependencias, tal el caso del personal de la Quinta, Sexta, Comando Radioeléctrico y Accidentología Vial.

Inmediatamente se solicitó la presencia de los facultativos del HRRG, quienes llegaron a los pocos minutos, examinándola y colocándola en la camilla para luego ser evacuada a la guardia del nosocomio.

Una vez allí, se hicieron los estudios correspondientes estableciéndose que la Oficial presentó fractura de clavícula, cortes en el cuero cabelludo, y una serie de golpes en el resto del cuerpo. No obstante ello, se le dio el alta hasta tanto se establezca la fecha de la intervención quirúrgica.

Por otra parte la camioneta se dio a la fuga siendo ubicada enseguida en jurisdicción de la Quinta sobre calle Ramón y Cajal, donde hablaron con los propietarios de la vivienda y las personas involucradas fueron demoradas, tratándose de dos individuos, un menor de 16 años y un mayor de unos 30 años.

Sobre el particular se dio injerencia al Juzgado Juvenil, desde donde se indicó que el menor sea entregado a sus progenitores, previo fijar domicilio. En tanto el mayor quedó aprehendido, y al cumplirse las seis horas legales recuperó la libertad, previo fijar domicilio a disposición de la sede judicial interviniente.

Más allá de lo expuesto la policía inició la investigación sumando testimonios y secuestrando cámaras de los alrededores, procedimiento que solicitó la Justicia.