Haciendo una visión de la realidad de Pico Truncado, el conflicto que estalló hoy no se debe a un hecho puntual de estos días sino que viene desenvolviéndose desde el pasado mes de diciembre, cuando el intendente Osvaldo Maimo dejó fuera del municipio a 208 personas.
Esta situación pasó a la esfera judicial y lo que un principio tuvo una respuesta favorable a la decisión tomada por el funcionario municipal después se fue prorrogando hasta que se instaló en la provincia el problema del Coronavirus, que no hizo más que dilatar aún más las distintas posiciones encontradas entre los trabajadores despedidos y el intendente.
También es menester indicar que entre esas 208 personas se encuentra un número importante de empleados que fueron cargo político en la gestión del ex intendente Omar Fernández, que supuestamente al terminar esa gestión debieron haber salido de la municipalidad, aunque seguramente se habrá realizado algún vericueto político para tratar de mantenerlos dentro, a pesar del resultado eleccionario.
A estas distintas aristas que le vamos presentando también surge otro número de personas que han arribado a la localidad desde hace un breve lapso de tiempo y pertenecerían a provincias del norte del país y que buscando un futuro más prodigioso llegaron hasta Pico Truncado, vaya uno saber con qué promesa. A estos se suman los propios, es decir, la gente del pueblo que no tiene trabajo, o que por ahí tenía, pero con el tema del Coronavirus y la cuarentena se han visto desvirtuados y por ende hoy necesitan de una mano salvadora que los provea del sustento económico para poder hacer frente a los problemas financieros que hoy enfrenta la mayoría, máxime cuando detrás de cada uno de ellos, hay una familia.
Pero a todo esto debemos agregar el condimento político que no hace otra cosa que empeorar aún más la situación, ya que se lo ha escuchado en repetidas oportunidades al ex intendente Fernández, tratar de participar en la controversia que se ha polarizado entre los ex trabajadores municipales (208) y el intendente actual. Donde por lejos se está de arrojar paños fríos a la situación impulsando en sus declaraciones un apoyo a los sectores que pugnan por recuperar su tarea.
En conclusión la falta de trabajo también hace mella en Pico Truncado, ya que no se trata de 208 personas que fueron sacadas del sistema, sino que hay otras tantas que también se suman ante esta situación y los políticos tanto de turno como otros que debieron irse de la gestión al perder una elección no logran ubicarse en la posición que les corresponde y hoy el corolario fue el enfrentamiento con la policía, con personas detenidas gente que se ha derramado sobre su cuerpo combustible, como una señal de lo peligroso de la situación y que se proyecta a seguir avanzando.
Ojalá, alguien con decisión política y sabiduría rompa con el esquema y se deje atrás la tozudez; logrando hacer primar la cordura y el entendimiento poniendo un manto de solidaridad.