La policía pudo descubrir una estafa informática en la que estuvo implicado un muchacho, quien habría hecho supuestas compras utilizando la herramienta de Mercado Pago con código QR, pero con algún dispositivo que no permitía al comercio hacerse del dinero. El hecho ocurrió en varias ocasiones afectando a diferentes comercios de la ciudad de El Calafate en la provincia de Santa Cruz.

Según lo que pudo saber Santa Cruz en el Mundo este tipo de situaciones se generaron desde el mes de noviembre pasado. Es ahí cuando los responsables de la Farmacia La Franco, sucursal de la villa turística concretan una exposición en la Comisaría Primera, donde un determinado día del mes de noviembre, un sujeto realizó una compra en el comercio, gastando unos 20 Mil o 30 Mil Pesos, abonando con Mercado Pago QR, saliendo en el comprobante que se había hecho una operación exitosa con el correspondiente número de cupón y al ver el empleado que estaba todo en condiciones le entregó los elementos y el supuesto cliente se retiró. Este tipo de adquisiciones las realizó unas dos o tres veces en la semana hasta que un día avisan desde la central de Río Gallegos al encargado de la farmacia, que las compras con esos importes no habían ingresado a la cuenta, sino sólo se tomaba 1 peso o cero pesos. Indicándole la gerente además, que trate de ubicar al muchacho antes de hacer la denuncia porque pudo haber habido un error de sistema o algo semejante.

A todo esto no lo encontraban por ningún lado y el lunes pasado volvió a comprar en otro local llamado Finisterre (comercio de ropa) ubicado sobre Avda. del Libertador, donde adquirió prendas de vestir por un total de 44 Mil Pesos, haciendo el mismo procedimiento y es ahí, cuando el encargado observó que le ingresó a la cuenta un monto irrisorio, en consecuencia habla con la empleada y le pregunta quién hizo esta compra confirmándole que era un joven al cual lo tenían de alguna manera identificado a través de la cámara que se hallaba en el interior del negocio.

En consecuencia, se dirigieron hacia la Comisaría Primera donde realizaron la denuncia correspondiente. Asimismo, el personal policial concurrió al comercio y pudieron observar a través de las filmaciones de quien se trataba, recogiendo una captura con la imagen del muchacho. Con lo cual en una etapa investigativa se llegó a dar con el supuesto estafador determinándose la dirección.

Seguidamente al ir al lugar se observó un vehículo que también resultó ser similar al que surgió de las filmaciones que se hicieron en las cámaras externas de la farmacia, resultando ser un Chevrolet Corsa de color gris.

Con todo ello, se realizó un informe a la Justicia, solicitándole una orden de allanamiento, en respuesta el Magistrado solicitó que el sujeto sea detenido. A la postre se efectivizó lo solicitado y una vez cumplido el requerimiento judicial, se libró la correspondiente orden de requisa domiciliaria.

El individuo ingresó aprehendido y cumplidas las seis horas legales, el Juez dispuso que el joven permaneciera detenido incomunicado.

Mientras esto ocurría, se ejecutó en horas de la tarde de ayer, el respectivo allanamiento, sobre calle República de Bolivia al 400, desde donde se obtuvieron resultados positivos, recuperándose gran parte de los elementos mal habidos.

Asimismo, se presentó en la Comisaría Primera la encargada de la farmacia La Franco, quien se había enterado del procedimiento, para tratar de recuperar algo de lo que se había dado por perdido. Cabe destacar que el individuo había efectuado alrededor de 6 o 7 compras importantes, que en definitiva no redituaron ningún ingreso al comercio, las cuales sumadas habrían alcanzado una cifra cercana a los 200 Mil Pesos.

Ahora, queda para la Justicia investigar cómo se dieron los hechos, a través de qué medios o mediante la utilización de qué dispositivo se pudo realizar esa maniobra y estafar a ambos comercios. Aunque la investigación continúa tratando de saber si no hay algún otro comercio damnificado.

En horas de la tarde de ayer, el Juez que entiende en la causa solicitó que el detenido fuera trasladado al juzgado, donde se produjo la correspondiente indagatoria.