En horas de la mañana de hoy un hombre, que cumplía funciones en Gendarmería Nacional de El Calafate, en el Escuadrón 42 “Víctor Guerrero”, fue hallado sin vida por sus compañeros en su domicilio. Las actuaciones estuvieron a cargo de la División Comisaría Primera de la villa turística.

Santa Cruz en el Mundo logró conocer que el hecho fue anoticiado después de las 09:15 cuando se solicitó presencia policial en calle Casimiro Biguá al 70. Hasta allí, había acudido una patrulla de Gendarmería, hallando el peor escenario, una persona sin vida con un disparo en el pecho.

Luego se conoció que se trataba de Pablo Medina, de 31 años, suboficial de la fuerza nacional, no se había presentado a trabajar a la guardia y eso resultó muy dudoso para sus compañeros, tampoco atendía el teléfono, por lo cual fue una comisión, hasta la casa donde alquilaba, y vivía solo. Al tocar y no obtener respuesta, observaron por una de las ventanas del costado de la casa, el cuerpo del muchacho tendido en el suelo.

En la urgencia por ayudarlo sus compañeros ingresaron por la ventana y al ver más de cerca la escena se encontraron que estaba fallecido, quien a simple vista presentaba un orificio de entrada en el pecho, nos comentó una fuente fidedigna. Además, entre sus piernas había un arma de fuego, tipo 9 mm y en la mesa estaba su billetera y su celular.

Al llegar la policía se solicitó la presencia de los facultativos del hospital, quienes al llegar examinaron al hombre certificando su muerte. Asimismo, acudió al domicilio la Dra. Rugero quien se encarga de los hisopados concretándose todas las diligencias.

Además, se solicitó la presencia de los integrantes de la División Gabinete Criminalístico quienes se encargaron de realizar las diligencias propias entre ellas el estudio de dermonitrotest. Seguidamente se efectuó la correspondiente inspección ocular secuestrándose el arma que aparentemente habría sido empleada en el suicidio.

Por otra parte, y mientras se realizaban las diligencias de rigor en la vivienda la policía perimetró el lugar, se requirió la presencia de dos testigos, y se dio aviso a la Justicia sobre lo acontecido y lo actuado hasta ese momento.

Los compañeros dijeron que hasta anoche intercambiaron mensajes con el occiso, es decir nada hacía sospechar lo peor.

El cuerpo forense partió desde Río Gallegos, para retirar el cuerpo y llevar a cabo, en horas de la tarde, la respectiva autopsia en la misma ciudad de El Calafate.

Él no tenía familiares en El Calafate y era oriundo de la provincia de Salta y hace pocos años murieron de forma trágica sus padres, en un accidente automovilístico, al parecer esa situación no habría podido superarla.