
El camino de tierra que conduce a Lomas de Olmedo, en el municipio de Pichanal, termina en una escena desoladora. Donde antes había una loma con una plataforma petrolera, hoy hay un cráter que expulsa gases, lodo y líquidos de forma ininterrumpida desde hace más de dos años. Es el pozo Olmedo 10, bajo la responsabilidad de la empresa Presidente Petroleum S.A., que colapsó y se transformó en un foco de contaminación sin respuesta estatal.
El Tribuno de Salta estuvo en el lugar. Desde el ingreso por una finca se accede al área donde se encuentra el pozo. La loma donde estaba instalada la plataforma ya no existe: el terreno se hundió y ahora hay una especie de lago de barro espeso, que burbujea sin parar y lanza gases con olor penetrante a hidrocarburos. El ruido es constante, como el de un motor. La vegetación alrededor está quemada y hay rastros de cemento mezclados con el barro.
"La plataforma estaba acá arriba. Todo eso se hundió, ya no existe. El pozo rebalsó en líquidos, gases y lodo", explica Aureliano Reyes, uno de los productores afectados. "Esto empezó hace dos años. Se formó una caldera que escupe todo. Y en 2023 fue el punto de quiebre: ese año se murieron entre 70 y 80 animales. Desde entonces, ya son más de 300. La mayoría fueron vacas, pero también otros animales. Y todo eso por el agua contaminada", denunció.
Reyes asegura que, por la magnitud del daño, ya no puede trabajar la finca como antes. "Todo lo que rodea al pozo está perdido", dice. El área está cercada, pero eso no impide que los gases se expandan con el viento. Las mañanas frías son las peores: los vapores tóxicos se asientan a ras del suelo y cubren la zona. "El olor es insoportable, te hace doler la cabeza, no se puede respirar sin máscara", relatan.
Uno de los testimonios más graves tiene que ver con un trabajador de la zona que murió tras permanecer internado durante 31 días. "No sabemos si fue por esto, no hay diagnóstico oficial, pero estaba igual que los animales antes de morir: caído, deshidratado", contó Reyes.
Los vecinos aseguran que la empresa no hizo nada para contener la situación. "Presidente Petroleum dijo que iba a venir, pero no hay nadie. Vinieron una vez, sacaron fotos y se fueron. No hay máquinas, no hay operarios, no hay nada", afirmó Ramón Corbalán, otro vecino.
No se ve un plan de acción en la zona
Durante la visita, El Tribuno pudo constatar que la única presencia permanente en el lugar es la de un efectivo policial, que custodia la entrada al pozo. No hay personal técnico ni trabajos de reparación.
Los productores piden que intervenga el Gobierno provincial, la Secretaría de Ambiente, Defensa Civil y que se realicen estudios serios sobre los efectos del pozo colapsado. "No puede ser que algo tan grave esté pasando y nadie venga. El pozo está fuera de control y cada día se pone peor", remarcó Reyes.
Corbalán, por su parte, advirtió: "Todo lo que era producción se perdió. Animales muertos, tierra inutilizada. ¿Quién se va a hacer cargo? Esto no es una pérdida menor, es una catástrofe".
Mientras tanto, el pozo sigue activo. El barro sigue burbujeando. Y los vecinos siguen esperando que alguien escuche.
En la zona afectada hay unas 48 familias que viven a menos de 10 kilómetros del pozo.
Fuente: El Tribuno de Salta.