Un hombre de 44 años perdió su brazo en un trágico accidente vial ocurrido en la ciudad de General Güemes, tras sufrir un ataque de epilepsia mientras manejaba una camioneta. El hecho ocurrió alrededor de las 15:30 en la calle Sarmiento, cuando David Zalazar, propietario de un taller de chapa y pintura, fue víctima de una crisis epiléptica al volante, lo que provocó una serie de colisiones que terminaron con serios daños materiales y su brazo atrapado en el vehículo.
Según fuentes policiales, Zalazar había estado trabajando en su taller, ubicado en la mencionada calle, y decidió salir a realizar una compra relacionada con el trabajo. Subió a bordo de una camioneta HILUX blanca, propiedad de uno de sus clientes. Antes de partir, conversó con un vecino, quien le ofreció hojas de coca. Sin embargo, segundos después de iniciar el trayecto, Zalazar sufrió el ataque epiléptico, que lo dejó inmovilizado y con el pie presionado sobre el acelerador. La camioneta, descontrolada, avanzó a gran velocidad.

El primer impacto fue contra un camión de mediano porte que se encontraba estacionado en la vía pública. A pesar del golpe, la camioneta continuó su trayecto a gran velocidad, cruzó la vereda y colisionó contra un vehículo Fiat IDEA, subiéndose a la vereda de enfrente y arrastrando el automóvil contra las rejas de una vivienda. Fue en ese momento, durante el primer choque, cuando Zalazar tenía su brazo izquierdo fuera de la ventanilla, lo que causó que su extremidad quedara atrapada entre la cabina del camión y la caja, siendo arrancada por la fuerza del impacto.
El propietario del camión, testigo del accidente, relató que al llegar al lugar encontró el brazo de Zalazar tirado junto al vehículo, lo que le provocó un gran shock. "Cuando vi el brazo, casi me desmayo. Pensé que todo su cuerpo estaba igual", expresó.
La víctima fue rápidamente trasladada al hospital Joaquín Castellanos de General Güemes, donde fue estabilizado por el personal médico. Posteriormente, fue derivado en estado delicado al hospital San Bernardo de Salta.
“Es un vecino que todos conocemos, lamentablemente ya le habían avisado que no debía conducir, no es el primer ataque que le viene mientras maneja, podía haber sido una tragedia, en este caso él fue el más perjudicado, pero generó muchos y costosos daños materiales, es una situación que se podría haber evitado”, manifestó Rubén Tejerina, propietario del automóvil colisionado y de la vivienda donde se detuvo la camioneta.