La diputada Sabrina Ajmechet no pidió licencia para su cargo con dedicación exclusiva como adjunta de cátedra en la carrera de Ciencia Política, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, y percibe un ingreso de 1,26 millones de pesos. La semana pasada votó a favor del veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario.
Si bien la docencia no es incompatible con las tareas parlamentarias de un legislador o el desempeño de la función pública en general, la dedicación exclusiva establecida por convenio implica una demanda de 50 horas semanales, una carga que le impediría asumir con responsabilidad su rol en el Congreso, y viceversa.
La legisladora gana, además, alrededor de 4 millones de pesos por su dieta en el Congreso. Sus pares en representación de la izquierda, Vanina Biasi, nodocente en la misma casa de estudios, y la radical Carla Carrizo, profesora en las mismas aulas que Ajmechet, pidieron licencia por su trabajo en la UBA.