
El hombre acusado de haber asesinado a su hermano, a su hija y a su madre entre 2019 y abril de este año en la localidad bonaerense de Ramallo, aseguró este martes no tener nada que ver con esas muertes y aseguró ser “inocente”.
Pablo Damián Grottini, de 42 años y sospechado de ser un asesino serial, rompió este martes el silencio en un breve video que fue publicado por el diario El Norte de San Nicolás y apuntó contra la fiscal María Belén Baños.
“No tengo nada que ver, soy inocente la señora fiscal a partir del 28 de abril me culpa de ser un asesino serial, dijo que no tenía dudas”, asegura Grottini desde la celda en la que está detenido y siguió: “Las cuatro pericias de mi madre salieron bien. Dijo que había cremado a mi hija y había tirado las cenizas de mi hermano al río, nadie me escucha a mí ni a mi defensor”.
“Son todas mentiras. ¡Soy inocente, soy inocente!”, concluyó.
Lo cierto es que la semana pasada, a pedido de Baños, el juez de Garantías de San Nicolás, Román Parodi, dictó la prisión preventiva para Grottini mientras avanza la investigación sobre las tres muertes.
En los tres casos, las víctimas ingresaron a distintos sanatorios de la ciudad de San Nicolás con cuadros médicos no definidos y murieron de forma repentina.
Grottini comenzó a ser investigado el 23 de abril pasado tras la muerte de su madre Teresita Di Martino (61), quien fue llevada por su hijo descompuesta al Hospital San Felipe de San Nicolás, donde dijo sentirse mareada y angustiada por la muerte de otro hijo y de su nieta, ocurridos tiempo atrás.
Tras realizarle los estudios correspondientes, los médicos constataron que estaba recuperada, por lo que planeaban darle el alta, aunque mientras permanecía internada en el box 3 de ese centro asistencial, al cuidado de su hijo Grottini, éste manifestó que el suero "perdía".
La enfermera de turno constató que estaba pinchado, atravesado de lado a lado, y observó que el hombre tenía sus prendas de vestir mojadas, de acuerdo a lo que consta en la causa.
Fuentes judiciales agregaron que, una hora y media después, Grottini volvió a llamar a los enfermeros, quienes constataron que Di Martino había muerto.
"Luego se determinó que el nuevo suero que había colocado la enfermera también se encontraba pinchado, esta vez con un solo orificio en la manguera, y se halló en el mismo box donde se encontraba la paciente una ampolla de diazepam abierta, la cual no había sido prescripta para ningún paciente ese día", según se informó en un comunicado judicial.
Mientras se investigaba este episodio, surgió en base a testimonios de conocidos y vecinos que un hermano de Grottini, de nombre Germán, que tenía 32 años y era deportista y guardavidas, había fallecido en circunstancias similares, al igual que su hija Ailén, de 10 años, quien padecía un retraso madurativo.
El juez consideró claves las declaraciones de testigos así como el resultado de las pericias que se realizaron a la computadora de Grottini. De acuerdo con el informe presentado a la fiscalía Grottini había realizado distintas búsquedas en Google como “qué pasa si inyecto aire en las venas” o “cuánto después de introducir aire se produce el infarto”, entre muchas otras que dan cuenta de alguien que estaba buscando la mejor manera de provocar una muerte sin ser descubierto.
Sin embargo en su declaración Grottini aseguró que había realizado esas búsquedas con la intención de suicidarse.
Grottini quedó procesado con prisión preventiva por los delitos de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía” en perjuicio de su madre y de su hija, mientras que por el fallecimiento de su hermano lo hizo con la calificación legal de “homicidio agravado por alevosía”.
Además, la fiscal le endilgó el delito de “daño”, debido a que un testigo declaró que dos días después de la muerte del hermano vio cuando Grottini mató al perro de la víctima con una inyección.