Un tribunal penal -integrado por los jueces Rafael Coria, Isabel Más Varela y Lorena Aronne- condenó a Tania García y Sergio Omar Villegas a prisión perpetua, a quienes consideró coautores del delito de "homicidio criminis causa", es decir el que se comete para ocultar otro delito, en este caso el robo.
El juicio había comenzado el 24 de abril pasado y el hecho que se les imputó a García y a Villegas ocurrió el 7 de febrero de 2020 a las 22.30 en un departamento del noveno piso de Montevideo al 1400, en el centro de la ciudad de Rosario.
De acuerdo a la investigación, que llevó adelante el fiscal Adrián Spelta, la víctima concertó un encuentro con la pareja para mantener relaciones sexuales.
Benítez se había mudado al departamento donde fue asesinado apenas un día antes del crimen, recordaron voceros del caso.
Spelta explicó durante el juicio que los acusados llegaron aquella noche al departamento junto a la víctima, quien los trasladó en su vehículo, una camioneta Ford EcoSport.
De acuerdo a la pesquisa, una vez que mantuvieron relaciones sexuales, los imputados ataron al hombre de 35 años y comenzaron a golpearlo con una estufa de hierro que encontraron en el lugar y una botella.
La autopsia determinó que el hombre murió por traumatismo de cráneo.
Según la investigación, Benítez fue encontrado muerto en su departamento por un hijo que no podía comunicarse con él.
Es que tras asesinar a golpes a la víctima, los ahora condenados robaron un televisor de 32 pulgadas, el teléfono celular y otras pertenencias.
Una de las pistas que permitió identificar a los agresores fue una huella dactilar de la mujer hallada por la policía en la puerta trasera del automóvil de la víctima, que había quedado en un estacionamiento de la zona.
En el juicio se ventiló que la última llamada realizada por Benítez desde su teléfono celular fue a otro móvil con característica de la localidad de Victoria, Entre Ríos, que pertenecía a Villegas.
Además, una cámara de seguridad de la zona y la de un comercio captó el momento en que la pareja se retiraba del edificio esa noche con el televisor robado, en un Fiat Uno negro cuyo conductor es una persona aún no identificada en la investigación.
La pareja fue detenida unos días después del crimen en la zona sur de Rosario.
Ante esa evidencia, el tribunal los condenó hoy a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio criminis causa, aquél que se comete para facilitar u ocultar otro ilícito.
El fiscal Spelta había solicitado esa misma sanción, dijeron las fuentes.