En un clima incierto, hostil y sobre el que no se descartan sorpresas o traiciones de último momento, el pleno del Senado realizará su sesión preparatoria esta tarde para ratificar a la mayoría de sus autoridades, excepto el anticipado anuncio de cambio en la secretaría administrativa, que es la caja y el corazón de la Cámara alta. Días atrás, oficialismo y dialoguistas sellaron un pre acuerdo que, en las últimas horas, fue puesto en duda por los mismos involucrados.
“Nadie manda. Todo sale muy ajustado y ya no depende más de dos o tres espacios, como era antes. El otro día parecía despejado el recinto y ocurrió el traspié por lo de la comisión investigadora por $LIBRA. Si perdés ahí, te la tenés que bancar. Resulta que algunos se pusieron locos con eso y empezaron a fabular sobre recambios importantes para mañana, con el fin de dañar al Gobierno o -a la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria- Villarruel. Si te llegara a decir los nombres, nos asfixiaríamos del humo. Son marginales que no lo hacen por el cargo, sino para sentirse como que, en cierta ocasión, se pensó en ellos”, lanzó anoche -con gracia- un experimentado senador a Infobae.
El escenario pincelado por el legislador es el que desea, con todo fervor, el kirchnerismo. La semana pasada, el interbloque que comanda el formoseño José Mayans buscó no sesionar y terminó con su bancada quebrada en varias votaciones, algo que había ocurrido días atrás en Diputados y que destapó, de nuevo, las críticas a las “órdenes equivocadas” de Cristina Kirchner y de sus soldados del instituto Patria. “Es muy curioso todo: perdimos en 2023 y seguimos con las mismas jefaturas en el Congreso, con personas que desde hace largos años ni siquiera saben lo que es ser competitivo en sus provincias, y que hablan por encima de exgobernadores y compañeros que triunfan siempre en sus distritos”, reflexionaron desde el peronismo.
A esta altura, la frase del “nadie manda” pelea con el primer mandamiento legislativo: tener el número. Días atrás, Villarruel cerró un inicial consenso con varios representantes dialoguistas. El problema de algunas personas de esos espacios, como silvestres provinciales o la UCR, es que ni siquiera pueden ratificar su propia decisión personal, con curiosas volteretas a último momento. El radical correntino Eduardo Vischi parece haber dejado sentado un nuevo récord para un bloque y un partido -esto no implica a todos- hoy desbordados y devaluados.
Dos horas antes de la preparatoria -16-, se realizaría una reunión de Labor Parlamentaria para hallar algo de luz. “El jueves, en el medio del recinto aparecían opciones, nombres, jugadas de ajedrez por lo del lunes. Será interesante si alguien se suma al kirchnerismo para votar a otro titular provisional, que es el segundo en la línea de sucesión presidencial, o si te meten por la ventana otra persona para manejar la plata. Va a ser demasiado evidente si ocurriese”, sentenció un legislador dialoguista.
En caso de no mediar inconvenientes, se estima para esta tarde la ratificación del presidente provisional del Senado, el libertario Bartolomé Abdala (San Luis). En tanto, la vicepresidencia seguirá para el kirchnerismo, hoy en manos de Silvia Sapag (Neuquén). Además, la radical Carolina Losada (Santa Fe) sostendrá la vice primera y la peronista disidente Alejandra Vigo (Córdoba), la vice segunda. Un cargo no menor con mismo aval sería el del secretario parlamentario, Agustín Giustinian, un personaje clave el año pasado -junto a su equipo de trabajo- y en las recientes sesiones extraordinarias en cuanto al manejo legislativo.
La única modificación, anunciada tiempo atrás, aparecería por la secretaría administrativa del Senado, hoy a cargo de la saliente María Laura Izzo. Dicho sitial representa el control de la Cámara alta. En su lugar, aterrizará el cordobés Emilio Viramonte Olmos, quien asesora a Villarruel desde hace un tiempo. Todo esto, si la sesión logra quorum y si lo hasta anoche oscilante baja, para esta tarde, al terreno de lo racional. “Puede haber lío o que uno se olvide la agenda y no asista al encuentro”, agitó un histórico asesor.
