El nacimiento de un bebé con dos cabezas conmocionó a la ciudad santafesina de Reconquista y abrió una investigación por “mala praxis” y “supresión de identidad”.

Los médicos no detectaron la malformación y el pequeño fue retirado sin vida del vientre de su madre, Ayelén Liliana Aquino. Además, su familia teme que le hayan adjudicado un bebé ajeno, según informó Diario Uno.


El representante legal de la familia, Oscar Vázquez, recordó que la mujer rompió bolsa e ingresó en trabajo de parto pero que una falla cardíaca, registrada en la beba, obligó a los profesionales a que inicien la correspondiente cesárea.

La madre, de 21 años, cursaba la semana 39 de su segundo embarazo cuando se internó en el Hospital de Reconquista el pasado 25 de diciembre para comenzar con los trabajos de parto.

Antes, se había realizado dos ecografías en otro establecimiento, el SAMCO, donde nunca anticiparon anormalidades en la formación del bebé.

Una vez en la clínica, los médicos debieron realizarle una cesárea de urgencia por una falla cardíaca del neonato.

"Cuando finalizó la cesárea, le dijeron a la abuela del nene que había nacido muerto y con bicefalia (la malformación de poseer más de una cabeza)", contó Vázquez y agregó que la abuela de la criatura alcanzó a tomar una fotografía del cadáver.

Tras recibir el alta el 27 de diciembre, la joven realizó la denuncia por “presumible mala praxis médica, sustitución de un niño por otro y supresión de identidad”.

El abogado explicó que: “Le tengo que dar la razón al médico que hizo las ecografías de que no había ningún problema, pero también le tengo que dar la razón a la abuela que fotografió el cadáver de su nieto y se observa la malformación de haber nacido con dos cuellos y dos cabezas”.

Además, sostuvo que, si bien a la mujer le dijeron que su hija había “nacido muerta”, él cuenta con un certificado firmado por la obstetra que dice “nacido vivo, pesa 4,550 kg”.
“Son tantas las sospechas de todo lo que sucedió, que no sabemos dónde estamos parados”, agregó Vázquez.
En tanto, el director del hospital explicó que se trató de un caso de “gemelos siameses toracopagos”, que fue advertido recién tras el parto. “Tenemos la tranquilidad de que acá llegó una mujer únicamente a tener su bebé y con un embarazo que había tenido controles en otro efector”, argumentó Jorge Fiant, justificando que si hubo algún error humano, no fue en el Hospital de Reconquista.
Al ser consultado sobre el certificado, Fiant reconoció que existió aunque sostuvo que una médica “se equivocó” completando los datos, por lo que haber puesto “nacida vida” fue un “error”, ya que la bebé “nació sin vida”.