Este martes un grupo de gendarmes encontró a su colega Juan Domingo Santeyana. El hombre de 52 años se encontraba desaparecido desde hacía seis meses y lo hallaron desorientado por la Ruta Provincial 5 de Salta, desorientado y demacrado: afirmó que se dirigía al norte para llevarle unas semillas a su papá.


Santeyana había sido visto por última vez el 4 de febrero, cuando retiró su sueldo del banco, pero no volvió a su casa. Este martes por la mañana Gendarmería lo encontró deambulando, con el rostro muy cambiado y poco peso. Tras dar con él, fue trasladado desde Las Lajitas hasta la ciudad de Salta por orden del juez interviniente, para que recibiera médica.
Preocupada porque no sabía nada de su pareja, Sofía Barraza hizo la denuncia ante la Comisaría 17 del barrio Solidaridad, Salta capital. Allí contó que el miembro de Gendarmería estaba desaparecido desde el 4 de febrero y que Santeyana había ido a trabajar pero no había regresado a su casa, por lo que tomó intervención la Policía de la Provincia.
Al día siguiente, la Justicia dio cuenta de que Santeyana se hallaba en un hotel ubicado en la Ruta Provincial 26, de acuerdo con lo que marcaba la ubicación brindada por el GPS de su teléfono celular. Entonces la Policía de Salta fue hasta el lugar, sin dar con el miembro de Gendarmería.
Luego se desplegaron distintas tareas para dar con el paradero del hombre como entrevistas con familiares, amigos y compañeros de trabajo, quienes coincidieron en decir que desconocían donde podría encontrarse, pero que él siempre había dicho que si no quería que lo hallaran se iría al campo.
También se hizo un relevamiento de las cámaras de seguridad ubicadas en la ciudad de Salta, además se solicitaron los movimientos bancarios y de tarjetas de créditos a nombres del desaparecido. En el mismo sentido se analizó su línea de teléfono, su cuenta de Gmail y redes sociales. Fue así que este martes miembros del Centro de Reunión de Información “Salta” de Gendarmería Nacional hacía rastrillajes a en la zona del Parque Industrial y dio con él a las 9.30 deambulando por la banquina de la Ruta Provincial 5.
Pero el caso está envueltos muchos misterios, en especial a raíz del largo tiempo que pasó desde su desaparición. A Santeyana lo revisaron en el hospital de Las Lajitas y, de acuerdo con lo que se pudo saber que se halla bien, aunque no habla.
De momento sólo dijo que se llama Juan, que estaba en una finca y que iba caminando al norte para llevarle unas semillas a su papá. Ahora Santeyana va a quedar en la dependencia de Gendarmería en Las Lajitas donde se le brindará contención y asistencia psicológica.