El mismo día en el que personal de la Gendarmería Nacional había logrado incautar 5.500 paquetes de cigarrillos, pocas después, trabajadores de la misma fuerza incautó otros 4.000 paquetes, esta vez con un valor estimado de $750.000 en el interior de un vehículo.

Durante un patrullaje de rutina, pero sobre la base de información obtenida y analizada sobre nuevos modus operandi de contrabando -que vienen registrando las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación a cargo de Sabina Frederic y las cuatro fuerzas federales a su cargo-, los agentes de la GNA observaron un vehículo que realizaba maniobras sospechosas en el acceso a una zona ribereña de la Ruta 12, a la altura de Candelaria, provincia de Misiones.

Ante la anomalía detectada se procedió a la detención e identificación del automóvil y su conductor. Allí se detectó la mercadería, presumiblemente ilegal y, tras el secuestro de los paquetes de cigarrillos, se iniciaron las actuaciones judiciales correspondientes, además, por infracción a la ley 22.415.
La relevancia del caso radica, por un lado, en el intento de incorporar al mercado producciones carentes del control obligatorio –y cuya revisión implica la aprobación o no de parte de las autoridades competentes-, así como el incremento del tráfico de este tipo de mercancías registrado en las últimas semanas dentro del país.
Esta recurrencia ha sido advertida por el Ministerio de Seguridad como alerta preventiva respecto de las formas actuales que, incluso en el marco del COVID-19, ha tomado el delito complejo y el tráfico de mercaderías ilegalizadas.