Oscar está en silla de ruedas desde que tuvieron que amputarle una de sus piernas, por una diabetes pronunciada. Hacía más de 7 meses que había empezado a caminar con una prótesis ortopédica. Pero la malicia y el oportunismo de determinadas personas le quito la única esperanza que tenía de volver a estar de pie. Le robaron la pierna ortopédica en la puerta de su casa.
Angustiado cuenta que estaba yendo a rehabilitación, para aprender y adaptar su motricidad a este nuevo dispositivo, y que había comenzado a realizar sus primeros pasos. Y en unos meses más hubiese podido moverse, solo con la asistencia de un andador. Ahora sin su prótesis, todo se echó a perder.
Solo quiere que se la devuelvan, que, si el robo fue para venderla, sepan quienes lo han hecho que no les va a servir de nada, porque esta hecha a medida y solo él la puede usar.
Detrás de los ojos llorosos Oscar repite, que con 69 años no quiere pasar el resto de su vida en una silla de ruedas: “Estuve tres meses para que me saquen bien la medida donde me la hicieron, estoy acá afuera a ver si alguien aparece con la pierna. No quiero estar toda la vida en silla de ruedas”.
