La autopsia al cuerpo de Jorge Martín Gómez confirmó que el hombre golpeado por un policía murió por fractura de cráneo al caer al piso. En tanto al policía de la Ciudad de apellido Ramírez, lo indagan por el delito de homicidio preterintencional. es decir, buscar causar lesiones pero sin la intención de matar. El delito tiene una pena que va de 2 a 6 años de prisión.

La secuencia de la agresión comenzó porque la pasajera de un colectivo que circulaba por el barrio de San Cristóbal llamó al 911 para denunciar que un hombre interrumpía el tránsito y tenía un cuchillo en la mano.

"Hay una persona que está drogada y con un cuchillo en la mano y no deja pasar", se le escucha decir a la joven que viajaba en un colectivo de la línea 57. Después detalló: "Tiene una gorra en la mano y un cuchillo en la otra. Está empezando ahora a tocar el colectivo y nosotros no nos podemos mover".

La operadora dio aviso y enseguida se acercó un agente de la Policía de la Ciudad para intentar que el sujeto depusiera su actitud, pero no pudo y pidió refuerzos. Uno de los cuatro oficiales que llegó para contener la situación fue el que le pegó al hombre una patada en el pecho que lo tiró al piso.

Según la versión oficial, antes de la reacción fulminante del policía, el otro lo había amenazado con un arma blanca que fue secuestrada después del hecho. Lo cierto es que la víctima fue trasladada inconsciente al hospital, donde finalmente murió. La autopsia confirmó que fue por la fractura de cráneo que le provocó la caída.

"La actitud que tuvo el policía es de un tipo que sabe de artes marciales, que entiende dónde pegar, y quedan dos posibilidades: que mi sobrino haya muerto por el golpe que se dio en la cabeza al caer, o que la patada haya sido justo en el plexo, que le haya cortado la respiración y le provocara un paro cardíaco", concluyó.

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